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\'ID .\

:vrARAV ILLOSA

485

Lezaun ya

diff.to

, y en virtud de comision

dada por el P.e Diego de la Fuente Hur–

tado Prou.

1

al presente de la Prou.ª de

Castilla al P.

Fran.co

Marcos de Chaues

Procurador en Madrid por la,. dicha Prou.",

se le tomo dicha declaraci on, y por ella

consta qe las hojas qe se cortaron en las

partes referidas, tres hojas en la primera y

dos en la segunda, las corto el P. Salinas

de orden de su Prou.

1

el P. Antonio de

!barra ya diff.

10 ,

porqe di chas hoj as conte–

nian vnas notas del mismo P. Salinas, y no

permitio el P. Prou.

1

que dichas notas sa–

liesen, por no tocar a la historia qve dexo

escrita el V. P . Luis de la Puente, ni estar

rubricadas , ni registradas por el Consejo

R.

1

de Castilla como es costumbre y obli–

gacion, segun las leyes <leste Reyno. Lo

2."

consta por el testimonio del Corrector ,

qe como Ministro publico nombrad o por

el Consejo da fe, qe corresponde, y esta

conforme a su original; el qual testímonio

en todo tribunal hace fe; y se halla en este

libro despues de las erratas, firmado del

mismo

corre ~ tor

....-Difficultad

2.ª

Carac–

teres mas meo udos desde el folio

246.

al .257. Respuesta. En la declaracion refe ·

rida en la dificultad pasada da tambien de–

baxo del mismo juramento el P. Fran.c

0

de

Salinas la ra<;:o n.

Y

la rai;;o n fue, porqe vna

hoja de las notas añadidas tenia parte de la

historia de la vida; y como quando se cor–

taron las notas de orden de l P. Prou.

1,

ya

la impresion auia pasado adelante, y no era

bastante lo que auia de historia para llenar

vna hoja, fue menester cortar tambien la

antecedente y mudar el caracter de mayor

en menor, para que todo entrase y cupiese

en vna hoja como se hi<;:o aunqc en papel

diferente a delecto del Impresor. Lo

2.

0

por

el testim.

0

del corrector, qe sin hacer caso

de la mudanza del caracter de mayor en

menor, por uer qe conformaban en todo

con el

origina~

rubricado por el Consejo

Real dio

fe qe en todo conformaba....»

(páginas

1·2).

También hemos visto la misma

D eclara–

cion

jurada del P. Salinas, hecha «en la

Villa de Madrid a treinta días del mes de

Di <;:iembre de mill y seiscientos y setenta y

<;:inco afios» ante el notario apostólico don

José de Riofrío (Ms. de 8 págs. en

fol.º,

en

el Colegio de Loyola), en la cual refiere la–

tamente lo compendiado en la

Respuesta,

con la advertencia preliminar de que <1ha–

uiendose comenzado a imprimir [ los origi–

nales del P. Luis de la Puente] corrijiendo

este testigo [es decir, el mismo P. Salinas]

las pruebas como se yban imprimiendo, y

enmendando

1

os yerros, parezio combe–

niente al P.e Juan antonio Velazquez pro–

binzial que hauia sido dos veces de la ....

probinzia de castilla que se yciesen notas y

se pusiesen, aprobadas, por el impresas de

letra bastarda diferente las quales dispu so

este testigo... .» (pág. 2).

De estas relaciones se deduce con to"l:i.

claridad la parte que cupo al P. Salinas

(·11

la impresión de la

Vida,

y

el cuidado que se

tuvo en que ésta saliera tal cual Ja había

dejado el P. Luis de lá Puente, como en

efecto salió, salvo todavía el aditamento de

algunas palabras ó frases expli cativas que

en ella aparecen con bastardilla y en tre pa–

rén tesis, sin que dañen en lo más mínimo

á

la legitimidad de la obra.

En cuya confirmación, y por lo que hace

al reparo que se fundaba en las fechas de la

muerte del autor y de algunos sucesos de

la sierva de Dios, basta tener presente que

«gastb el Santo Padr<! [Luis de la Puente]

los vltimos años de su vida, hasta el vltimo

dia de ella en escrivi r la primera parte de

Ja historia desta Virgen», como anota el

P. Pinto Ramírez en la

Segvnda Parte

de

la misma (págs.

155-56).

Fuera de que las

cosas, de cuya inserción se pudiera sospe–

char, no ofrecen dificultad ninguna sí se

atiende al sistema adoptado en la obra de

ir introduciendo, según los artículos

ó

pá–

rrafos previamen te dispuestos, los casos re–

ferentes

á

ellos, confo rme iban sucediendo

ó llegando

á

noticia del autor.

Concluyamos con dos advertencias que

nos parece n indispensables para evitar ma–

las ínterpretaciones.-La primera es, que

de las palabras que copiamos al final de la

nota del núm.

1681

no se debe ded ucir

que haya una edición de esta

Vida

anterior

al año de

1665,

y tal vez anónima, sino que

la obra se había ya impreso en Madrid

en

1660,

aunque no se puso en circulación