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Lezaun ya
diff.to, y en virtud de comision
dada por el P.e Diego de la Fuente Hur–
tado Prou.
1
al presente de la Prou.ª de
Castilla al P.
Fran.coMarcos de Chaues
Procurador en Madrid por la,. dicha Prou.",
se le tomo dicha declaraci on, y por ella
consta qe las hojas qe se cortaron en las
partes referidas, tres hojas en la primera y
dos en la segunda, las corto el P. Salinas
de orden de su Prou.
1
el P. Antonio de
!barra ya diff.
10 ,
porqe di chas hoj as conte–
nian vnas notas del mismo P. Salinas, y no
permitio el P. Prou.
1
que dichas notas sa–
liesen, por no tocar a la historia qve dexo
escrita el V. P . Luis de la Puente, ni estar
rubricadas , ni registradas por el Consejo
R.
1
de Castilla como es costumbre y obli–
gacion, segun las leyes <leste Reyno. Lo
2."
consta por el testimonio del Corrector ,
qe como Ministro publico nombrad o por
el Consejo da fe, qe corresponde, y esta
conforme a su original; el qual testímonio
en todo tribunal hace fe; y se halla en este
libro despues de las erratas, firmado del
mismo
corre ~ tor
....-Difficultad
2.ª
Carac–
teres mas meo udos desde el folio
246.
al .257. Respuesta. En la declaracion refe ·
rida en la dificultad pasada da tambien de–
baxo del mismo juramento el P. Fran.c
0
de
Salinas la ra<;:o n.
Y
la rai;;o n fue, porqe vna
hoja de las notas añadidas tenia parte de la
historia de la vida; y como quando se cor–
taron las notas de orden de l P. Prou.
1,
ya
la impresion auia pasado adelante, y no era
bastante lo que auia de historia para llenar
vna hoja, fue menester cortar tambien la
antecedente y mudar el caracter de mayor
en menor, para que todo entrase y cupiese
en vna hoja como se hi<;:o aunqc en papel
diferente a delecto del Impresor. Lo
2.
0
por
el testim.
0
del corrector, qe sin hacer caso
de la mudanza del caracter de mayor en
menor, por uer qe conformaban en todo
con el
origina~
rubricado por el Consejo
Real dio
fe qe en todo conformaba....»
(páginas
1·2).
También hemos visto la misma
D eclara–
cion
jurada del P. Salinas, hecha «en la
Villa de Madrid a treinta días del mes de
Di <;:iembre de mill y seiscientos y setenta y
<;:inco afios» ante el notario apostólico don
José de Riofrío (Ms. de 8 págs. en
fol.º,
en
el Colegio de Loyola), en la cual refiere la–
tamente lo compendiado en la
Respuesta,
con la advertencia preliminar de que <1ha–
uiendose comenzado a imprimir [ los origi–
nales del P. Luis de la Puente] corrijiendo
este testigo [es decir, el mismo P. Salinas]
las pruebas como se yban imprimiendo, y
enmendando
1
os yerros, parezio combe–
niente al P.e Juan antonio Velazquez pro–
binzial que hauia sido dos veces de la ....
probinzia de castilla que se yciesen notas y
se pusiesen, aprobadas, por el impresas de
letra bastarda diferente las quales dispu so
este testigo... .» (pág. 2).
De estas relaciones se deduce con to"l:i.
claridad la parte que cupo al P. Salinas
(·11
la impresión de la
Vida,
y
el cuidado que se
tuvo en que ésta saliera tal cual Ja había
dejado el P. Luis de lá Puente, como en
efecto salió, salvo todavía el aditamento de
algunas palabras ó frases expli cativas que
en ella aparecen con bastardilla y en tre pa–
rén tesis, sin que dañen en lo más mínimo
á
la legitimidad de la obra.
En cuya confirmación, y por lo que hace
al reparo que se fundaba en las fechas de la
muerte del autor y de algunos sucesos de
la sierva de Dios, basta tener presente que
«gastb el Santo Padr<! [Luis de la Puente]
los vltimos años de su vida, hasta el vltimo
dia de ella en escrivi r la primera parte de
Ja historia desta Virgen», como anota el
P. Pinto Ramírez en la
Segvnda Parte
de
la misma (págs.
155-56).
Fuera de que las
cosas, de cuya inserción se pudiera sospe–
char, no ofrecen dificultad ninguna sí se
atiende al sistema adoptado en la obra de
ir introduciendo, según los artículos
ó
pá–
rrafos previamen te dispuestos, los casos re–
ferentes
á
ellos, confo rme iban sucediendo
ó llegando
á
noticia del autor.
Concluyamos con dos advertencias que
nos parece n indispensables para evitar ma–
las ínterpretaciones.-La primera es, que
de las palabras que copiamos al final de la
nota del núm.
1681
no se debe ded ucir
que haya una edición de esta
Vida
anterior
al año de
1665,
y tal vez anónima, sino que
la obra se había ya impreso en Madrid
en
1660,
aunque no se puso en circulación