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VIDA DEL SIERVO DE DIOS EXEMPLAR DE SACERDOTES
dice assi:
D escubrieronse los papeles, que de
esto avia en Roma:
11omb1~ó
el
Cabildo v1ia
Diputacion, que cvydasse de este negoáo .
con comúsúm es muy amplias, cuya serie lar–
gamente se refiere en el die/to Libro, que
únprilnió el aiío de
I
692.
el
P.
A ra11da de
la Vida de este San to: pára lo qual
) 'O
le
busque, y solicite todos .os materia/es, de que
se compone aquella Obra, en que
) 'O
solo he
gastado gran suma de ducados, que passa11
de
5
mil,
&c.»
(pág. 57*).-Á esto que copia
el Dr. Zevallos, y que se lee también en los
H z/os de Sevz"lla,
de Matute y Gaviria, si
bien con el yerro de imprenta de
1672
en
vez de
1692,
y la variante substancial de
«para la cual
[Vida
J
yo busqué y solicité
todos los materiales de que se compone
aquella obra, en que yo solo he entendido
desde el año de
1672
hasta hoy
[27
de Fe–
brero de
1696],
en que he gastado gran suma
de ducados, que pasan de 5.000», se añadt:
lo siguiente, según el dicho Matute y Ga–
viria, en el manuscrito del Sr. Loaisa: «pero
aunque el Santo no se ha beatificado ni ha
servido el rótulo que despachó S. S . y la
Sagrada Congregación el año de
l
667
para
hacer las informaciones
sui
[?
in] genere
y
úi specie....;
todavía el haber juntado memo–
rias tan especiales y noticias tan exquisita;
como contiene su vida, me sosiega algo
y
mitiga aquel primer fervor de verle beatifi–
cado.... ))
(11,
38). Un poco anles avisa tam–
bién el mismo Sr. Loaisa, hablando del se–
ñor D. Justino de Neve y Chaves:
<~Procuré
pagarle algo de lo mucho que le debí en
t od11s ocasiones ....,
hac~endo
particular me_
moria de su vida, obras
y
ejemplo, en la qui::
escribió el P . Aranda del V. P. Contreras
donde se hallarán noticias
es pecialísima~
de este memorable y especialísimo Capitu–
lar.... »
(11;
36-7).
P or fin, hablando ya por
su cuenta Matute y Gaviria, del Sr. Loaisa,
dice de él que fué «uno ó acaso el que más
se interesó en la beatificación del venerable
Con treras, en lo que gastó muchos pesos,
y
últimamen te imprimió su vida en un tomo
folio, escrita por el jesuíta Aranda , en lo
que gast ó mas de cinco mil ducados»
(n,
26).
Esto es lo que hallamos de más nota ble,
relativo al autor
y
origen de esta obra, fun-
dado todo en el testimonio del Sr. Loaisa,
que es irrecusable, 6 deducido de él con
más ó menos amplitud y congruencia. Pero
lo que realmente se deduce de sus palabras
es: lo primero, que sirvió al P. Aranda con
memorias especiales, noticias exquisitas y
aun los materiales todos, si se quiere, de su
Vida
del venerable Contreras; y lo segun–
do, que costeó generosamente su impresión,
después de haber conseguido del P. Aranda,
tal vez él mismo, que la escribiese. Mas no
se deduce de las palabras del Sr. Loaisa que
fuese él mismo, como afirma el Dr. Zevallos,
quien así en absoluto «trabajo.... esta vida»;
ni que pueda decirse que ésta «salio a nom–
bre del Padre Gabriel de Aranda», como lo
dice el Sr . Mora, que no debía de ignorar
la significación obvia de semejante cláusula
entre los que tratan de li bros; ni que fuera
esa
Vida,
como se desprende del texto y
comento de Matute y Gaviria, la obra en
que entendió sólo él desde el año de
I
672
hasta el de
1696,
y en- que «gastó más de
cinco mil ducados». Aun dado que subieran
á esa cantidad, lo que no parece creíble, los
gastos de reunir los materiales de la obra y
procurar su impresión, es evidente que no
fué él solo el que entendió en la
Vida
del
venerable Contreras desde el año de
I
672
hasta el de
1692,
puesto que la redactó en
ese tiempo el P. Aranda;
y
no menos evi–
dente que, desde el de
1692
hasta el de
1696,
más que él ni el mismo P . Aranda, debió de
ser el librero é impresor López de Raro el
que entendiera · en ella.-«Aquella obra»,
de que habla el Sr. Loaisa, fué, sin género
ninguno de duda, no la
Vida,
sino la Causa
de Beatificación del Siervo de Dios, de quien
era él tan de\·oto, y no menos el P. Aranda,
de quien confiesa, al referir suyabras, haber
'~co mpuesto
é impreso» entre otras
Vidas,
<da del venerable Padre Contreras y su
Compendio» (u, 31-2).
Lo que hay, pues, de cierto en este asunto
es lo que el citado Matute y Gavi ria dice en
su continuación de los
Anales Eclesiásti'cos
y
Seculares
de Sevilla: «Fué [Don Juan de
Loaisa] gran devoto del V. P. Hernando de
Contreras, cuya beatificacion promovia,
y
á su instancia y con sus
noti~ias
escribió su
vida el P. Gabriel de Aranda, de la Com-