IN FESTI ANNUI INSTITUTIONE
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blar más adelante,
y
en la. que se refutan
con singular ingenio y valentía las imputa–
ciones del P. Caballín. Eso es lo único que
hasta ahora se conoce impreso, pero inciden–
talmente, de su
Im/mgnaczon;
la cual tam·
poco puede decirse que propiamente lo sea
de
La Venida del ll!fesz'as en gloria,
del
P. Lacunza, sino del «Compendio» de ella,
hecho por algún ignorante anónimo, que no
entendió siquiera lo que trataba de com–
pendiar: tales son y tan crasos Jos errores
en que abunda , y en que halló materia bien
preparada .el P. Caballín donde hacer gallar·
da muestra de su erudición
y
talento.
Pero advirtamos, para concluir, que el
P. Lacunza
fué
el primero en condenar el
malhadado
Compendio; ·
y que, si bien es
cierto que el P. Caballín escribió posterior–
mente,
y
en vista del original, una «Con–
cordancia de la obra milenaria [del P. La–
cunza
J
con Ja copia informe [del anónimo
J
merecedora del fuego » (Ms. en 4.º, de 3 hojs·
n. fols., en el Colegio de Chamartín), el
P. Valdivieso se encargó de probar, y probó
evidentemente, su inexactitud en varios pa–
sajes de su
Cartc[,
donde también la cita, lo
mismo que su
Impugnaczon.
5897 .-In Ecclesiasten Commentarii
[Auct. P. Joanne Osorio, Soc. Jesu].
Martínez Añíbarro termina su artículo
del P. Osorio con el siguiente párrafo:
«ln
E'cclesiastem Comentarios.
Esta noticia, sin
más detalle, la da Nicolás Antonio, aña–
diendo que esta obra la atribuye Alegambe
á
nuestro Osorio . No hemos hallado más
datos sobre este particular» (pág. 384). En
efecto:
<~In
E cclesz'astem Commentarios
attri_
bui ei refert Alegambius», dice Nicolás An–
tonio (r, 750); y Alegambe: «Reperio illi
quoque tribui
Comentan.osin Ecclesiasten»
(pág. 261).
Pero bien podía haber reparado Nicolás
Antonio, como también Martínez Añíba–
rro, en que ya Sotuelo borró esa cláusula,
que tampoco aparece después en Backer ni
en Sommervogel. Y con razón. La obra
á
que se refería Alegambe era, ciertamente,
de un Osorio, pero no del nuestro. - He
aquí su título, donde se descubre su verda-
dero autor:
«
Hieronymi Osorii I vnioris,
Osorii Episcopi ex Fratre Nepotis Lvsitani
Canonici Eborensis Paraphrasis et Com–
mentaria in Ecclesiasten, Nvnc primvm edi–
ta. Eivsdem Paraphrasis in Canticvm Can–
ticorvm, & in ipsam recens auctre Notatio–
nes. Lvgdvni, Sumptibu,s Horatij Cardan.
M. DCXI. Cvm Privilegio Reg is», en 4.º
mayor, de págs.
319
(s. 4 hojs. de port.,
ded. y lics.)-76 (s.
2
hojs. de port. y ded.).
Es por demás extraño que todavía en la
segunda edición d e su
Bz'bliotheca Nova
(pues ni la menciona siquiera en la prime–
ra) calificara Nicolás Antonio de inédita
esta obra:
<~qure
prope diem expectatur a
typographia quadam Lugdunensi»
(1,
595).
5898.-ln Festi annui institutione, ob
liberatem
[sic]
anno 1629 classem hispa–
nicam ab insidiis Hollandorum. Auctore
Francisco Colin, Societatis Jesu.
Cita de Barrantes en sus
Guerras piºrátz"–
cas,
reforzada con la siguiente nota: «(Im–
presa.) De esta obra del historiógrafo de los
jesuitas filipinos, sólo da noticia el P. Sto·
wel>> (Apéndice VI, pág. 359).
·He aquí lo que dice el P. Sotuelo: «Edi–
dit religiosissim us Pater auctoritate Archie–
piscopi Manilensis,
&
Senatus Regij cancio–
nes duas
a
se habitas Hispanice'
1.
In festi
annui institutione, ob liberatam anno
1629.
classem Hispaniºcam, ab
úiúdi.fsHol!nndo–
rum.
Alteram
In pompa jimebrz·....
»
(pági–
na
220).
Pero ya antes de Sotuelo había
dicho Alegambe:
<~Edidit
Hispanice
Concio–
nem de SS. Eztchari'stiá,
quam habuit Ma–
nilre in gratiarum actionem ob liberatam ah
Hollandorum insidiis classem Hispanicam»
(pág.
IJ
8); y ni Tcrres Amat (pág.
I
82, aun–
que cambiando en r6 zo la fecha señalada
por SoLuelo), ni Backer (r, 1324), entre otros
varios, dejaron de mencionar «esta obra del
historiógrafo», que es sencillamente el «Ser ·
mon. Qve mando imprimir el Illvstrissimo,
y Reverendissimo S. D. Fray Miguel Gar–
cia Serrano An;:obispo de Manila del cósejo
de su Magestad &c. Predicado por el Padre
Francisco Colin de la Compañia de Iesvs....
a veintinueue de Nouiembre de
i627.
Fies-