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ARTE DEL ROMANCE CASTELLANO

i

el uso de los mejores autores Por el

P. Benito de San Pedro de la Escuela

Pía. Con las Licencias necessarias. En

Valencia: En la Imprenta de Benito Mon–

fort, Impressor del Colegio Andresiano.

Año i769.-Dos tomos en 8.

0

,

de ps.

xxxn-184 (s. 8 hs. p. n.), 228 (s. 2 hs.•

p.

n.).

P.

EL

P.

ANDRÉS MARCOS

BURRIEL.

Son curiosos en extr-emo, y no podemos

dejar de copiar á la letra, algunos párrafos

que hallamos en las

Conversaciones Críticas

SfJbre el libro intitulado

ARTE DEL ROMANCE

CASTE:LLANO, impresas en Madrid el año

de 1780 con el nombre del Lic. D. Antonio

Gobeyos, seudónimo de D. Benito Martínez

Gómez Gayoso.

<~Concluyo,

Señor (dice éste en su

Dedi–

catonºa),

certificando

a

V. Ex. que en mis

CONVERSACIONES descúbro con bastante cla–

ridad, que el ARTE DEL ROMANCE . CASTE–

LLANO es obra inutil..•.

a

los progresos de

la enseñanza pública. Es INUTIL, porque su

Autor la ha formado, copiando quasi lite–

ralmente la Paleographia del erudito An–

drés Burriel, que se publicó

a

nombre de

Esteban Terreros en la Traducion del Es–

pectáculo de la Naturaleza¡ la Gramatica

Castellana de D. Benito Martinez Gayóso,

y otras obras buenas,

y

comunes que andan

en manos de todos¡ sin descubrirse otra

cosa de cosecha propia, que el trabajo ma–

nual de haberlas vuelto lo de abajo arriba,

para encubrir el PLAGIO, y que parezca ori–

ginal

a

los poco practicos en la materia»

(páginas

4#-5#)

·Hubo quienes «creyeron que el

Arte de

R omance

sería algun

Arte Poeti"ca,

aumen–

tando las de

R engifo, Luz án, . Casca/es,

Carbal/o, Paton,

&c. Pero despues que r e–

gistraron y leyeron aquella obra, se queda–

ron pasmados, como quando se miran las

pinturas y sueños del Bosco, porque vieron

que el ARTE DEL ROMANCE no era

Arte Poe–

tica,

ni calabaza, sino una copia violenta,

e

infeliz de la

Paleographz"a Española del

Padre Andrés Bzwriel,

publicada en nom–

bre del Padre Esteban Terreros en la tra -

duccion del Espectaculo de la Naturaleza:

.

.

un trastórno de la Gramatica Castellana de

Gayoso, y de otras obras buenas y comunes

entre nosotros. Finalmente, luego que no–

taron el desbaráte, y el artificio de trastor–

nar los pedazos lo de abaxo arriba, lo de

adentro fuera, y el modo de zurcir los re–

tales de varios. colores, para ocultar el hurto

literario, componiendo de todos una obra

de pura confusion,

e

inutilidad, prorrum–

pieron en varios desenfados,

b

reniegos eru–

ditos....

»,

se dice también en el

P rólogo

(páginas m-rv)¡ y luego, en la

Conversa–

ción II,

que es «Sobre la falta de fidelidad

en los Documentos que copió el Autor DIJ:L

ARTE DEL ROMANCE

C~STELLANO

para for·

mar su obra, de la Paleographia Española

del

P. Andrés Burriel,

que se publicó

a

nombre del

P. Esteban Terreros,

en !a tra–

ducdon del Espectaculo de la Natura–

leza»

(págs.

51-146),

se añade lo siguiente,

en forma de diálogo entre D. Juan Antonio

Zurreño y D. Antonio Gobeyos:

«D. JuAN..... Há de saber Vm. que inme–

diatamente que empecé

a

leer [en el

Arte]

las....

E pocas

del

R omance Castellano,

J:I?.e

dió el tufo en las narices de que todo el

pensamiento es

Hurtado,

y no de

Mendoza.

Y

o hé leido lo mismo en otra parte, y no

me acuerdo.

»D. ANTONIO..... Lo habrá Vm. visto en

aquel Libro intitulado

Paleographt"a Espa–

nola,

de que poco há se hicieron dos impre:.

siones : una en la Obra del

Espectaculo de

la Naturaleza,

traducida con grande acierto

por Terreros, para que llenáse el lugar que

ocupa en el original Francés la Paleogra:.

phia francesa ; y otra que se hizo poco des–

pués de sola la

Paleographia E spa1íola ,

obrita curiosísima del P. Andrés Burriel, á

instancia del mismo Terreros, para comodi–

dad

e

instruccion de los que no pudiesen,

b

no quisiesen comprar toda la referida obra

del

Espectaculo.

»D. JuAN. ¡Por vida mia que es así!

Y

confieso que hé t enido toda la tarde ofus–

cada la memoria. He leido la

P aleog raphia

Espafiola,

y por vida de Apolo, que aunque

es obra pequeña de cuerpo, es toda ella

substancia pura

y

neta! ¡No dudo que la

haya dado para formar el

A rte del Ro–

mance Castellano,

q uando me ha confiad.0