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SUEÑO ESCRITO POR EL P. JOSEF FRANCISCO DE ISLA

225

ta

y

cuatro malas octavas reales, escritas

con motivo de la exaltacion de Carlos UI

al trono de España. Diéronse

á

la estampa

por Pantaleon Aznar, impresor, carrera de·

San Jerónimo, Madrid,

1785.-Las Cartas

atrasadas del Parnaso,

escritas á Don José

Joaquin de Benegasi

y

Lujan, folleto que

contiene noticias de las fiestas que celebró

Madrid con motivo de la entrada de . los

reyes Don Carlos

III

y

Doña María Amalia

de Sajonia, comprenden noventa

y

dos oc–

tavas

igualmen•e detestables que las del

Sue1ío. - Bajo

el renombre de

Rebusco

de

las obras del

PAORE ISLA,

se imprimió en

1790

un tomo en

8.

0 ,

y en

1797

se reimpri–

mieron dos, que contienen varias cartas, sá–

tiras, versos

y

otros papelejos de escasísima

importancia y de ningun valor literario, ex–

ceptuando las cartas .-Estas obrillas y otras

varias, se ese ibieron en ·estilo t oscamente

imitado del

Padre Isla,

se imprimieron sin

rubor, poniendo su nombre al frente, y al

amparo de esta superchería se vendieron

grandemente, é hicieron su agosto los sofis–

ticadores literarios. La hermana del

Padt·e

Isla

declaró pública y repetidamt:nte que

tales escritos no eran obra del ilustre jesui–

ta, decláracion innecesaria para los conoce–

dores

em1mctae naris ,

pero indispensable

para desengaño del vulgo, que malgastaba

el dinero creyendo cándidamente que sabo–

reaba opúsculos de su autor favorito, cuando

en realidad se le propinaban groseras imi–

tacionesi.

(Obras escogidas del P. Isla ,

pág.

cx1x

del t. xv de la ed. de Rivade–

neyra).

He aquí lo que dice también Alenda en

la descripsión de nuestro

Siwío:

«Este pa–

pel, juntamente con otro que se titula

Car–

tas atrasadas del Parnaso,

del

que se

dará razon más adelante, forman un opú5cu–

lo de 54 páginas en 8.

0 ....

El

Sueño

llega

hasta la pág.

19

1

y las

Cartas atrasadas

ocupan lo restante. El primero de estos dos

papeles es el . poemita mismo, salvas algu–

nas muy ligeras variante_s, que con el titulo

de

Tiempo presente

[véase el núm. 4513 de

los Seudónimos] había dado á luz, con

nombre disimulado, el presbítero D. Euse–

bio Marcelino de Vergara.. .. Como estas

octavas eran conocidas del púb1ico con su

TOMO IV.

nativo encabezamiento

Tiempo presente,

y

apenas había quien desconociese á su autor,

pues en las copias de pluma, que eran fre–

cuentísimas, era costumbre escribir

Del

presbítero Verga1·a ,

la codicia de dinero no

vaciló en sacar de nuevo tal papel, desfigu–

rando su título para que corriese como obra

nueva,

y

adjudicán~olo

al P. Isla, cuyo solo

nombre debía granjear buen número de

compradores. Fiaba .indudablemente el edi–

tor en que no sería descubierta semejante

superchería, pues Isla

y

Vergara descansa–

ban ya en el otro

rn

undo; pero si logró que

cayese en el lazo el vulgo de los lectores, en

cuanto

á

las personas entendidas pronto

co–

nocieron el engaño, pues el e tilo del

Sz¡eño,

ó sea del

Tiempo p resente,

que es todo una

cosa misma, dista no poco del desenfado y

envidiable aticismo que ·v¡i.lieron tan alta

como merecida celebridad al

Dia g rande de

N avarra.

El libro estampado por Pantaleon

Aznar se anunció en el

Memorial hterario

de Madrid

del mes de Noviembre de

1785

(tomo

VI,

pág.

297) ;

pero no faltó quien sa–

liese á defender los fueros de la verdad , pu–

bli cando el

Sttetio

y las

Carlas atrasadas

con el nombre de su legítimo a utor·, como

veremos en el artículo siguiente»

(n ,

76-77 ,

núm .

2052) .

El artículo siguiente es el que se consa–

gra

á

«El v erdadero Poeta So1iado r ....

»,

que describimos en el núm.

399 5,

y

del cual

no llegó

á.

ver .Alenda ningún ejemplar, si·n

embargo de haber revuelto en su busca

«muchas veces las antiguas

librerías .d~

Ma–

drid», como él mismo lo .con fi esa ingenua''..

mente ( n , 77, núm.

20 53).

Esta curiosa vindicación lleva al frente

un avi:.o de D. Francisco Javier Cavaz?a,

que dice así: «El Editor al Publico de Ma–

drid. Amado Publico, uno de los que te

compongo soy,

y

en tu regazo nací. Para

tu desengafio, y vindicación del celebrado

P . Isla, y del Poeta Autor, á qu ien estimé

por ser mi Primo materno, y por sns apre–

ciables prendas, te advierto, que para su

fama póstuma, ni el Padre Isla necesita de

obras agenas, ni el verdadero Autor del pa–

pel (poco hace publicado con el título de

Stte1ío del Padre i sla),

que le den nombre

ageno. E_l expresado papel le intituló el

15

I