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MANVALE AD SACRAMENTA
ECCLESI.lEMI 1STR.ANDA
cia de Loaysa, Caponigo que entonces era
desta santa yglesia,
y
Arcediano de Guada–
laxara ... ., para que con vn compañero qual
escogiesse, ordenasse y compusiesEOe n ueuo
Manu:il para este Arzobispado. Ya la misma
sazo el Rey do Philipe segundo ... enco–
mendo la misma obra al dicho Arcediano
en la propria forma: pero que fuesse el Ma–
nual general y cornun para todas las ygle–
sias de España. Al Doctor García de Loaysa
le parecio descargaua su conciencia, y el tra–
bajo conmigo, escogiendome por compañero
pa ra esta obra, y yo desseoso del bien comun
tome a mi cuenta todo el trabajo, y estudio
que este negocio costo, que no fue poco,
hasta acabar de componer el Manual de todo
pííto por espacio de mas de dos años.... Este
Manual assi ordenado, y trabajado mando
el Cardenal do Gaspar de Quiroga que de
nuevo se leyesse, y examinasse en su pre–
sencia, y en junta de letrados, que fuero
<lemas del dicho Garcia de Loaysa, el Doctor
luan Lopez.... , el Doctor luan de Mariana
Theologo, de la Compañia de Iesus, el Doc-
tor Geronimo Vazq uez... ., j untaméte con
Pero Ruyz Alcoholado.... E stas juntas y
consultas se continuaron por algunos dias,
propuniendo
0
se algunas dificultades, y dando
yo razo de lo que traya escrito: y desta
suerte salio aprouado el Ma1;ual, assi por los
letrados, como mas principalméte por el
Cardenal.. .. en veynte y vno de Diciembre
de mil y quiniétos y ochéta y vno. Agrade–
ciome el trabajo, y diligencia que auia
puesto de mi parte, dando esperan<;as de
q
me auia de hazer merced: y tratando de
sacar a
1
uz la obra, desde luego me la hizo
de que fuesse mia la impression, como cons–
taua auerlo sido el trabajo: la qual me po–
dia ser de grade interes y prouecho, si por
otras vias no me la quitaran de las manos
las personas graues de quié yo hazia con–
fiarn;;a. Al fin dieron tr a<;;a de que la im–
pressio se diesse al Real monasterio de san
Laurencio: y en esta sazon el Doctor Garcia
de Loaysa entro en palacio en servicio de
su
Iagestad por maestro del Pri nci pe,
q
aora es Rey nuestro señor don Philipe ter–
cero, co los demas oficios, y cargos que a el
se juntaron: cumpliendose en mi aquello
de Virgilio,
Hos ego versiculos feci', tulit
alter ho11ores ,
con lo que se sigue» (P.
I,
hoj.
268
de la
1.ª
ed .).
N icolás Anton io, que debió de leer estos
pá rrafos y tener alguna no ticia más del
Manual
cuya h istoria tan por menor se nos
describe en ellos, dice lo sig ui ente en su ar–
tículo del Dr. Pisa:
«Manuale ad Sacra–
menta Ecclesim ministranda.
Hujus operis
condendi munus, sic uti lis
&
expetiti , Gar–
cire Loaisre, t une tempori s canonico,
&
Gua–
dalaxarensi To letanre ecclesire archidiacono,
a Gaspare Q uiroga prresule fuerat injun–
ctum; at noster , qua causa nescio, suscepit
in se solus, vicaria opera absolvendum, edi–
tumque fu it Salman t icre anno
I
583»
( 1,
459 -60).
Pero ¿es cosa del todo averiguada que sea
obra de sólo el Dr. Pisa?
«Mariana eut un role considérable daos
la rédaction du
.klanual para la admi'nis–
tracz'on de los Santos Sacramentos
entrepris
sur l'initiative de Quiroga et par ordre de
P hi lippe
II,
et confi é
a
García de Loaysa,
a lors chanoin e de Tolede.... [Mariana] dé–
ciare que le t ravai l fus termi né et " limé''
daos sa propre chambre
a
T olede. Lui-meme
y mit fortement la maiu: il ind ique comme
étant de lui lesexhortations, q ui se font dans
l'administration des sacrements. Ce manuel
parut en 1584:->, adv ierte· Cirot en su
Ma –
riana Historien,-
y añade en nota: «No–
guera dit
I
58
1
(p.
xxxrn),
ma is je meré–
fere au
n .
0
205 de la
Bibliografía madri'le1ía.
Pisa, qui coll abora
a
ce man uel, donne bien
la date de 158 r' mais c'est·de l 'approbation
qu ' d parle
a
cet endroit•.. (pág. 17).
En efecto: la fecha de
e
veynte y vno de
Diciembrede mil y quiniétosyochéta y
vno~
que aparece en su
D estnpáón
de Toledo,
corresponde á la aprobación de l
Manual;
y
el
Jl!Ianual
de que allí se habla, no puede
ser otro que el impreso en Salamanca: el
mismo, sin duda ninguna, en q ue, según
Cirot, hubo de trabajar el Dr. Pisa y tener
no pequeña parte el P . Mariana.
Ni se nos diga que,
á
juzgar por la dife–
rencia de fechas y datas, y aun de a utores,
que hallamos respecto á lo del
Mar.ual,
no
es uno solo, como suponemos, sino ties ó
cuatro distintos los que aquí se nos pr esen–
tan.-El primero, 6 sea el mencionado por