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BREVES APUNTAMIENTOS

el que se publicara la obrilla con la aproba·

ción del mismo P. Descamps.

3759.-Breves Apuntamientos en de–

fensa de la Medicina, y de los Medicos,

contra el Theatro Critico Universal. Por

el Doct. D. Pedro Aquenza , Protho–

Medico General del Reyno de Cerdeña,

Medico de Camara de su Magestad, Pri–

mario de la Reyna Viuda del Rey D. Luis,

de feliz memoria, y vno de los Protho–

Medicos de estos Reynos de Castilla, y

Leon, &c. Se hallara en la Librería de

Juan de Moya, enfrente de San. Felipe

el Real [ 1726].-En

4.º,

de 10 ps.,s. 5 hs.

p. n.-(Reprod. en •Madrid, 1826.,

en

4.º,

devr-10 ps.).

EL P. JOSÉ F RA 'CISCO

DE

I LA (?).

Es notable que se incluya este folleto

como obra seguramente suya á las pági–

nas 12 1-1 68 del

t.

n de la 2." edición de su

«

Colecáon de Papeles....

»,

de que hablare–

mos en su propio lugar, cuando casi todos

los demás contenidos en ella van dirigidos

principalmente contra los mismos

B reves

Apuntamientos.

¿Serla, por ventura, que

sospechase el editor, ó tuviese alguna noti–

cia de haberlos fingido el

P.

Isla para po–

derlos refutar con más facil idad

y

gallardía?

Lo cierto es que

la<~

Con eccio11 Fraterna

del Aquenza fingido ....

»,

reimpresa en la

misma

Coleccio11

y atribuida al mismo

P. Isla, como luego veremos, empieza y

prosigue así: «Sefior mio , por muy bobo

tiene Vmd. al publico, quando quiere em–

boc1rle , que el papel intitulado

Breves

apuntamientos en defensa de la mediá11a,;•

de los medicas, contra el Teatro Critico

Universal,

es del Doctor D. Pedro Aq uenza.

¿Quien ha de creer (por mas que vea es–

tampado su nombre) que un hombre de los

años, y madurez del Doctor Aquenza, es

autor de aquellas cinco hojas, donde solo

se leen injurias,

y

despropositos, escritos

con el mas baxo estilo, y fulminados con la

mas alta malignidad? No señor. La capa

de Aquenza no le dice bien a Vmd. ni al

escrito,

y

fue ofensa de marca mayor pro–

hijar á un venerando Proto-Medico un

papel, del qua! se desdeñaría el mas desdi–

chado practicante. Es verdad que el año

de 93 del siglo pasado salió á luz otro, peor

que este, tarnbien con el nombre de D. Pe–

dro Aq uenza, porque el estilo era aun mas

bronco, y la maledicencia mas desenfre–

nada.... Los dos papeles son tan parecidos

como dos huevos.... ¿pero que diremos de

esto? Que el Doctor Aquenza es autor de

los dos escritos? o por cierto; sino que,

como Vmd. ahora le prohija este, otro mal–

sín entonces le prohijó el otro.... ¡Valgate

Dios por desdichado Doctor Aquenza, que

siempre que se le antoja á algun maligno

ensangrentar la pluma en sugetos Religio-

os, con el pretexto de defender

á

los Me–

dicas, ha de tomar la capa,

y

nombre de

este buen viejo!.....

»

(11,

89.91, 94-95).

Mas,

á

pesar de las dudas esparcidas- en

esta

Correccion Fraterna,

parécenos que su

mismo estilo

y

tono burlesco ofrece funda–

mento bastante para creer que no hubo

ninguna superchería en la atribución de

los

Breves Ap1mtam1"e11tos.

Lo mismo se

colige de la gravedad de las licencias, apro–

bación y censura que les preceden, firmadas

de personas bien conocidas por su dignidad

ú

oficio, sin que

á

d io se oponga la men–

ción de la burra de Balan, con cuyo ejem–

plo da

á

entender el verdadero ó fingido

Aquenza, en la advertencia «Al Lector»,

haberse movido

á

escribir su obrilla. Esta

mención, tan inoportuna como ridícula, es

simplemente uno de tantos desatinos en

que incurrió su autor, por quererse mostrar

versado en toda clase de erudición sagrada

y

profana. Así lo·debió de creer el mismo

Feijóo, cuando dió por cierto haber salido

estos

Breves Apuntamientos

de la pluma

del famoso

P rotlio-Jlfedico,

como se ve por

la

Carta

«Al Sr. Aquenza» que aparece en

su

Respuesta a los D octores Marti11ez,

Aque11za,y Ribera

(pág.

29).

El insertarlos el editor ea la

Coleccion

de Papdes

del P. Isla, como no fuera desliz

ó efecto de la mala inteligencia de los pá–

rrafos que arriba quedan copiados de la

Correcdon .l<'rater11a

1

pudo provenir de

haberle parecido conveniente el reprodu-