338
MEMORIAS PARA LA VIDA
cias que, juntas las dos, no convienen
á
ningún otro de los desterrados
á
Italia.
Con esto parecía bien establecida su pa–
ternidad y terminada !_a disputa, cuando
ocurrió á Bover una idea en extremo pere–
grina: la de dar por fingidos el nombre y
apellido de Próspero Martí, como inventa–
dos sólo para ocultar los de Martín Dezca–
llar¡ pues «este era (dice) su verdadero
nombre y no el de Próspero Martí, que
para no ser conocido por el suyo, adoptó
despues de la espulsion de la compañia de
Jesus»
(r,
238).-Y lo extraño es que le cree
y sigue Sommervogel (m, 35), aunque para
remitirnos al artículo
Dezcallar y Dezca–
llar
en el del P . Martí (v, 618), atribuir
después al P. Próspero Martín las dichas
1l1emorias
(v, 626), y convenir últimamente
en que el P. Dezcallar «ne fait qu'un avec
le P. Martin, ce dernier nom étant le nom
de famille donné dans les Catalogues d'Ara–
gon» (t.
Y,
pág.
m:
cfr.
1x, 211
1
614): con
lo que también cae por tierra el fundamento
del bibliógrafo balear.
Si el que, en sentir de éste, se llamó en
el destierro Próspero Marlí, se hubiera lla–
mado antes de él Martín Dezcallar, es evi–
dente que apareciera nombrado así en los
Catálogos
anteriores
á
la expulsión. Mas el
hecho es que, realmente, no hay La! sujeto,
como ya lo hemos indicado, en ninguno de
los
Catdlogos
impresos ni manuscritos de
aquella época; y que las fechas de naci ·
miento y entrada en la Compañía que pone
Bover á su P. Dezcallar, menos la errata
de 1733.por 1731, que puede serlo de im–
prenta, son las mismas que ponen los
Catá–
logos.
al P. Próspero Martín ó Martí: Mar·
tín, á la castellana, los impresos¡ y Martí,
los ma.nuscritos,
á
la catalana.
Verdad es que el P. Martí, según los mis–
mos manuscritos,
y
según también Prat de
Saba (pág. 3-f), Torres Amat (pág. 391),
Backer (u, IIJo) y ommervogel (v, 626),
era natural de Balsarefiy, en Cataluña, y al
P.
D~zcallar
le hacen natural de Palma de
Mallorca, tanto Bover (r, 238) como el
mismo Sommervogel
(111
1
35). Pero en esto
siguió Sornmervogel
á
Bover¡ y Bover,
como en varias otras ocasiones, se dejó lle–
var del prurito de dar carta de naturaleza
de Mallorquines
á
quienes bien le parecía
dársela, para así engrosar más su
Biblioteca
de Escritores Baleares.
«.... es cierto que fue natural de Palma é
hijo de los, Sres. D. Gerardo [Dezcallar y
Zamudio].... y doña Beatriz Dezcallar
y
Dezcallar », dice Bover
(r,
238). Posible es
que esos señores tuvieran un hijo que se
llamara
Martín
de nombre, y que
á
buena
cuenta llevara aun por duplicado el apellido
D ezca!lar¡
mas no era ése ciertamente
nuestro autor.
Conservamos los borradores oficiales de
la
Jl1atricula general de los Regula1·es de la
·
Compai'zia del nombre de :Jesus,
que el año
de 1767 se reunieron en la denominada
«Caxa de Tarragona», para aguardar allf á
que los echaran á los barcos que habían de
conducirlos
á
Italia. Y en estos borradores,
que, dicho sea .de paso, no hay hombre
honrado que los pueda hojear sin enérgica
protesta contra los tiranos de la Corte de
Carlos
III,
aparece, con referencia y remi–
sión al Colegio de Graus, la siguiente par–
tida: «P. Prospero Martin, natural de Bal–
sareny en Cathalufia.... ¡ hijo legitimo.... de
D." Joseph de Martin y Descatllar, Baron
de Balsareny, natural de este mismo Lugar,
y
de D." Maria de Catllar, natural de la
Villa de Berga... : ultimamente era Retor
en dicho Colegio de Graus... : y lo firmo en
Tarragona
a
30 dias del mes de Abril de el
año 1767. Prospero Martin de la
Comp.•
de Jhs».
Corríjase, pues, el nuevo descuido en que
incurre Bover, donde nos asegura que su
P. Martín Dezcallar, ósea nuestro P. Prós·
pero Martí, «se hallaba en el [Colegio
J
de
Calatayud cuando su Religion esperimento
el golpe de Ganganelli »
(r,
238). i
fué
Gauganelli, más ·adelante Clemente XIV,
quien le metió en la «Caxa de Tarragona»,
ni al tiempo del extrañamiento (esto es, el
aüo de
l
767), había ningún P . Dezcallar ni
Martí en el Colegio de Calatayu:l.
4243. - Memorias para la Vida del
Santo Rey Don Fernando
IJI.
dadas
á
luz con Apéndices y otras Ilustraciones
por Don Miguel de Manuel RodrigÜez,