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que es cri tiano - es decir,
1
cata, m"sha nin Oristo shina
de cierto modo un Cri to
1 .
tueu heata
1.
Catipi sacerdote
En seguida pone el sacer-
bautisashea j ahuapi yurae
1
I Petr. 2, 9: "Vosotros sois ... una clase de sacer–
dotes reyes, gente santa." "Sacerdocio real'', porque estáis
unidos al cuerpo de Aquel que es Rey y Sacerdote eterno.
A.poc. 5,
10:
"Nos ha hecho para nuestro Dios reino
y
sacerdotes." ¡;Nación santa", por medio del Bautismo
(Véase Sc10 , explicación de los pasajes citados). -
.AJ
con–
siderar la hermosura
y
dignidad de una alma cristiana, es
decir bautizada, pudiera venir el pensamiento de cuán grande
es Ja diferencia entre lo que se observa diariamente
y
lo que
enseña la fe. Respondemos á esta dificultad 1? recordando
lo que nos refiere cada página ele Ja historia acerca ele la
superioridad en toclo sentido del cristianismo sobre el paga–
nismo; recordando además la vida ejemplar de los neófitos,
según nos cuentan Jos misioneros entre infieles: todos estos
frutos buenos é inconmensurables son al fin efectos que
prÓduce Ja gracia bautismal en los individuos. 2? La vida
nueva no se deja ver á los ojos de la carne. (Véase Col.
3, 3.) " arísimos, nosotros somos ya ahora hijos ele Dios:
mas Jo que seremos algún día, no aparece aún. abemos sí
que cuando se manifestare claramente J esucristo, seremos
semejantes á
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en Ja gloria: porque le veremos como É l
es" (I
lo.
3, 2). 3?· La divina gracia no fuerza al hombre,
sino que le deja en completa libertad; de otra 1iarle Ja con–
cupiscencia inclina al pecado. De ahí resulta que desgracia–
damente muchos cristianos prefieren un gusto pasajero,
y
.aún solamente momentáneo, á' la felicidad eterna. (V 'asc
Cat. Rom. p. II, c. 2, q. 53.) Y por esto no faltan malos
cristianos q11e son aun peores que los paganos (véase I Cor.
5, 1), pues
corruplio oplimi pessima.