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buena confesión. En efecto,
alli confesarichun. Hiw.c–
lo misericordio os alcanza-
chata cuyapayaccuna mari
ráJl la
mi
ericordia de Dios
l.
Diospac cuyapayaita usha–
Estad, pues, sujetos á Dios,
chinga111ii 1. Dios urapi cai–
y
resistid al diablo,
y
huirá
-chictac;juchalliJnayachic su–
de vosotro . Allegaos
á
paila ja.rcaichic , paipish
Dios por sincera penitencia,
cancwnamanta mitic1unga–
y
Él se allegará á vos-
mi. Diosman juchallishc11r
otros
2.
manita shungupi nanarishpa
cuclmyaichic, Diospish c11111r
cunaman cuclmyang1111ni2.
Jesucristo no ha mere-
Jesucristotac ñiwanchit-
cido la gracia por su pa ión
m1111i graciata mutsushcct,
y
muerte,
y
de esta gracia
huañuslwam1111ita camaitu–
así merecida el E píritu
cushcami ; Etpirit1t antoca
anto es el di pen ador;
Jesucristo chai hina alli
pues Dios Padre envía
á
rurashc11111wnta ftucanchic–
no otros el Espíritu Santo,
man graciata chasquichvn–
prometido por Jesucristo3.
mi.
Dios Yaya ariEspíritzt
El EspíTitu Santo desciende
Santota,Jeszwristomantacu–
primeramente al alma en el
shac nislwata, ñucanchic-
acramento del Bautismo,
man
cach1111imi~.
Cai Espí–
después de haber arrojado
ritit S1111ito Bautismo Sacra–
de ella al demonio,
y
la
mentopi mushucta
alma.pihace semejante á sí mis-
urai cunpainnanta supaita
mo
J.
Pue el Espíritu Santo
carcushcaquipa, alnnatapish
éntrando en el alma perdona
Paiqitiquinishina rur1111imiJ.
los pecados, por cuanto Él
Espíi-iltt • antocaalmapiyai-
1
JHatth. 5, 7.
2
Iac. 4, 7. 8.
3
Io. 14, 16.
4
Leon. XIlI Ene. ·•Divinum illucl munus '
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