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afiliarían á ella. - En efecto, en Norte-América
y
otros países hay asociaciones católicas ele esta clase. -
e clirá: ¿Acaso es pecado tomar licor? Por cierto el
aguarcliente etc. no es malum in se y es lícito to–
marlo en peque1ia cauticlacl y rara vez. Mas, por lo
mismo,
ií
saber, porque es poca Ja canticlacl que se
puede tomar lícitamente, el peligro ele excederse en el
nso de licores es mucho mayor que el <le abusar de
las bebidas alcohólicas fabricadas por fermentación; lo
cual se puede observar toclos los clías, pues casi todas
las borracheras que se ven, son efectos del aguardiente
y relativamente pocas las producidas por la chicha
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cerveza. Así, pues, bueno es alejarse de una vez para
siempre de una ocasión que las más de las veces con–
duce á pecados por lo menos veniales, si no á mortales.
Mas ¿ quién querrá comprometerse, bajo pecado, á
guardar abstinencia de licores? Debe entenderse que
Ja promesa hecha en las asociaciones ele temperancia,
no es voto ni jnramento, sino nn propósito firme qne
por sí no obliga bajo pecado, clel mismo modo que los
estatutos de nua cofradía piadosa no obligau por sí
bajo pecado. Bueno es aconsejar que se haga Ja pro–
mesa para corto tiempo, p. ej. para un ailo ; porqne Ja
gente se asustaría si se le exigiera que haga la pro–
mesa para largo tiempo ó para tocla la vicla.
¿Habrá que establecer esfas asociaciones de tempe–
rancia independientes de las Congregaciones piadosas
libres
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unidas
ií
ellas? Como los párrocos que cumplen
bien con sus deberes sacerclotales, viven sobrecargados
de atenciones, y como quien mueho abarca poco aprieta,
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