Table of Contents Table of Contents
Previous Page  33 / 916 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 33 / 916 Next Page
Page Background

- xxvn

precaverla. ¿De qué manera? Veamos. Dios ha creado

al hombre para la felicidad,

y

éste tiene un impulso

irresistible

gozar: pero, como atolondrndo, bu ca los

gozos con demasiada frecuencia, por desgracia, en el

fango del vicio. Para poner orden en la inclinación

y

deseo irresistible que siente el hombre c1e ser feliz,

debemos en eñar á los fieles que la felicidad verdadera

y

completa

la

tendremos en el cielo y que, aun en

este mundo, gozaremo c1e Dios anticipadamente vi–

viendo · una vida cristiana é interior, es decir, practi–

cando la virtud; porque "gozau de suma paz los ama–

dores de la Ley de Dios, in que balleu tropiezo

alguno'' (Ps.

CXVill,

165). Ya en esta tierra tiene el

cristiano gozos celestiale con los siete dones del E píritu

Santo, en el ejercicio de las ocho Bienaventuranzas

y

por medio de los doce frutos ele! Espíritu Santo. Estos

gozos espirituales son superiores á las diver ione mun–

danas, son duraderos

y

aun el principio de

la

bien–

aventuranza eterna, mientras que la alegría del mundo

es pasajera

y

á veces solamente moment:iuea. .Así ex–

horta San Pablo

á

los Efesios (5,

18-20) :

7

'No os

entreguéis con exceso al vino, fomento de luj uria, sino

Llenaos del Espíritu Santo, hablando entre vosotros

y

entreteniéndoos con salmos,

y

con himnos,

y

canciones

espirituales, cantando

y

loa:ndo al Seiior en vuestros

corazones,

y

dando siempre gracias por todo

á

Dios

Padre, en el nombre de nuestro Seiíor Jesucristo." Si

enseíia,mos, pues, estas verdades

;i

los fieles, buscarán

menos la felicidad en el fango del pecado·. I or esta

razón hemos dado en el presente "Vadomécnm" la

e"