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TUDIO INDIGENAS.
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ca,
y
que el tiempo no ha podido aun debilitar, es el
relato de historias pasadas
y
el odio a lo. con–
quistadores.
No tuvieron los Incas tanto apego
a
las pintu–
ra
jerogli:fi.cascomo los pueblos de la America central
y
de Mejico; acostumbrados al uso de los quipos, hu–
bieron de servirse de estos, esclusivamente, para tras–
mitir
a
sus descendiente los sucesos d e su historia.
Perteneci6
a
las naciones del antiguo Anahuac escri –
bir sus anales por medios pictograficos 3 :fi.gurati–
vos, ya en el papel, ya en sus variados y ricos mo–
numentos de piedra. Nada en la historia ai;itigua de
America prueba una civilizacion tan adelantada como
la escrituras simb6licas
y
los monumentos de los pue–
blos que habitaron la elevada planicie de Bogota
y
las diversas regiones de l\tiejico. Con conocimientos
astr0n6micos que heredaron de sus mayores, y bajo–
gobiernos establecidos que venian sucediendose desde–
'remotos tiempos, hubieron de
d~jar
pruebas inequi–
vocas de su poderio, de sus riquezas y cultura inte-
lectual; y
ft
pesar de haber desaparecido en los dias.
de la conquista, la mayor parte de los pergamiuos
y
pinturas a.leg6ricas, ricos anales del primer pueblo de
America que la codicia castellaua unida al crimi–
nal fanatismo de los sacerdotes cat6licos, destruy6
por uponerlos de origen diab61ico;
a
pesar de todo
esto, han podido cwnservarse documentos preciosos
qu hoi e eon ultan para esclarecer una gran parte de
la hi toria de los Aztecas.
Lo lVIaya de Yucatan, puede decirse, que deja–
ron un
c
lfabeto,
y
lo Aztecas al e tilo de los anti–
guo Egipcio Ios germene de un alfabeto fonetico.
E
rdad que el imbolo, algunas veces, no estaba
conexionado con la idea sino con la palabra, lo que
hac comparar mucha oe sus pictografias con los jue–
go
jerogli:fi.coque Io franceses Haman
Rebit
.
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