ESTUDIOS INDIGENAS.
la cadena de Pacaraima hasta las orillas del Orinoco
y del Yupnra, en una extension de mas de ocho gra–
dos de longitud. Cuanclo el sal>io aleman quiso arrau–
car un fragmeuto de los jeroglfficos que estan
{t,
ori–
llas del Esequibo, cerca cle la cascada de Warnpata,
los indios, refiere _Schomburgk, se llenarou de asombro
y parecian dispuestos
{t
escuchar por instantes el fuego
del cielo que habia de caer sobre sus cabezas. Ni supli–
cas , ni promesas, con nacla puclo el viajero alhagar .a los
inclfgenas para que le arrancasen un pedazo de la ro–
ca, que aquel no podia hacerlo por -el debil estaclo en
'que se ballaba su salucl. E sto explica la alta vene–
r acion con la cnal cacla nna de las generaeiones que
"e han sucedido en estos lugares salvajes, conserva
estos recuerclos de los tiempos miticos de America:
obras del
Gra.nde
Espir·itii,
segun las tradiciones de los
<l iversos pueblos tlel Orinoco.
Segun Schomburgk
Ia
pictografia mas perfecta ·de
las regiones entre el rio Branco
y
el Esequibo, es la
que aquel encontr6 cerca de la catarata Corantyn
a
los
4°
de latitncl Norte. Tiene dos pies de al to y · represen–
ta fignras hnmanas con
pe_i~ados
mui notables que
r oclean la cabeza asemejandose
a
una aureola. Para este
etn6grafo, la zona de los
geroglifie.osdel Orinoco se
extiende descle
7° 10'
hasta
1° 40'
de latitud Norte y
d esde 57°
30'
hasta 66°
30'
1ongitud occidental del me–
r idiano de Greenwich: como doce mil millas cuadraclas,
espacio que comprencle las hoyas clel Orinoco, ·del Co–
rantyn y clel E sequibo.
vVallace, viajero ingles que visit6 las regiones· del
Amaz6nas en
1848,
tropez6 con multitucl de rocas je–
roglfficas en las serranfas de l\'Iontealegre, en la de–
sembocadura clel rio Branco, en los bancos clel Ama–
z6nas, en el alto rio Negro y
{t
orillas del Vaupes.
Oanoas,
animales~
constelaciones, figuras geometricas,
objetos de uso domestico y caras humanas sobresalen