S8
eio8,
y
D.
Mariano Sarria
~e
interesaron con
el jeneral para que hablase al senor presidente
de la Corte Superior,
á
fin
de que s·uspend-iese
él
curso de la causa, por haber sido el contrato
riulo, en virtud de la falta de poder ae
D..
Pas–
cual Guerrero
y
para que se esperase' la llegada
·de D. José Gave11ecia, que debia ser en el in.·
mediato mes de julio,
y
que en obsequio
á
la
justicia. habló á dicho presidente,
y
le contesto
que haría todo lo posible. Que el Dr. Asencios
y
Sarria .conocian
y
confesaban la nulidad _de
la sublocacion. Que la representaron en un
recurso de nulidad, elevado
á
la Cm·te Suprema
éúyo exito quedó sin efecto por habei·se tranza–
do posteriormente con Guerrero, con quien en–
tonces seguianjuicio sobre el cumplimiento de
los traspasos. Lo mismo declara Oyague ha-·
·berle dicho Guerrero. Estos testimonios son
demasiados recomendables tanto por la calidad
de los deponentes, cuanto porque son unos
organos de referencia
á
los mismos contrarios
y
á su abogado. El senor D. D. Nicolas Ara–
nibar, no es menos recom.endable en la
esposi~
don citada, por su probidad y conocida hon–
radéz,
y
por Jos talentos notorios que le distin–
guen especialmente en el foro. Su informe
par~ce reglamen~ario
en el
~resente ~unto-.
·Fue apoderado diCe, de D. Jose Cavenecia con
·facultades mas amplias que las concedidas
á
·Guerrero; las tuvo pues para vender
y
arren–
dar segun se espresa en las instrucciones razo.:.
'nadas de foj. 4
y foj.
8
y
carta de foj. 9 que
corre todo desde foj. 31 vuelta hasta 39 cuader–
no priméro de pruebas, y aun sin embargo, no
'8e
cons~deró abil~tado
para traspasar 6 subat"-