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-.ancia:
de las bases
á
que se hahian
ohJigadory
á
que estos se escusaban con arterias
y
at'lbi¡.
trariedades'1
y
examinada la cueition
b~o
es$01
puntos de vista, forzos9 era que.
ohtuvie~e
d:!
ios tribunales e) exito que apetecía; pero esto
en nada pudo ni
pue~e
pet:j udicar
á
Cavene•
cia. Sus bienes se disputaban con calor por
unos entes inhabiles. Cada cual formaba uo
plan de aquirir sin oblacion,
y
sostenía con .ele•
mentos igualmente ilegales. En medio de es•
ta r.enida controversia nadie hablo en los tri..
bunales po..- los bienes de Cavenecia, nadie sos·
.tuvo su justicia
y
sus acciones,
y
sin aquella
audiencia,
y
citacion personal que exijen todos
· los derechos divino, natural
y
positivo; cual...
quiera que sea )a providencia, gue se haJ'a die•
tado en cuanto trate de su plrjuicio, importa
tanto como sino existiese. Aunque nada sig..
nifica para nuestro actual p_roposito, ·que la
lUma. Corte Superior mandase
á
foj. 13 vuelta
para mejor proveer, que Guerrero presentase
el
poder que .le confirio Cavenecia, ni nada lo
que en consecuencia de su -exibicion, se resolvi!h
Entonces no ex:istia en Lima D. José mi po–
derdante, ni ninguno que hidiese su personería
y
protejiese su justicia: se trataba que cediesen
á
beneficio del propietario unas mejoras de con•
siderable valor: que llevasen Sarria
y
Herrera
lo que importa mas de cien mil pesos por 43
mil,
y
que Guerrero tomase -estos, para cubrir
sus creditos. He aqui el cuadro, que puntual–
mente sé trazo, pero la noticia del regreso de
Cavenecia dejó ineohadas las medidas. Si la
Corte Superior no
fijó
la consideracion conve..
niente sobre loi ter.minos del poder, fue por