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estaban no se podían bien aprovechar de los caballos,
é
es–
tando en la parte que ellos decían ordenarian su escuadron
de infantería, al cual pondrían su frente de arcabuceros é ba–
llesteros, é á los lados estaria la gente de á caballo, puestos
con tal aviso todos, que, en viniendo los enemigos á afrontarse
con ellos, saliese el ca pitan Vasco de Guevara con cincuenta
lanzas é diese en los arcabuceros, que era su mayor fuerza, é
de esta manera, arremetiendo
á
ellos, presto los desbaratarían,
pues la gente de
á
caballo que tenian era más
é
mejor que la
que traía Hernando Pizarro,
y
entre tanto habrían soltado los
tiros de artillería, é todos mezclados Dios les daría
la
victoria
pues tenian más justicia. Orgoñez fué aquel dia tan porfiado,
que no quiso hacer cosa de lo que le aconsejaban, é decía que
bien estaba allí, é que creyesen que lo que él había dicho
sería verdad, lo cual era que Hernando Pizarro babia de dar
vuelta con su gente por alguna parte é meterse en el Cuzco.
É
asentaron la artillería en la parte que les pareció. Las in–
tenciones de todos no eran de pelear, é algunos se huyeron á
la ciudad, donde estaba Grabiel de Rojas haeiendo salir á to–
dos al campo.
É
luégo se formó el escuadron de gente de á
pié, é pusieron diez arcabuceros é veinte ballesteros en la
frente de él, é de los de á caballo hicieron otro, llevando los
lados Orgoñez é Pedro de Lerma; y el estandarte pusieron
en medio,
é
junto á él Gomez de Alvarado, é Diego de Alva–
rado,
é
Cristóbal de Sotelo, D. Alonso de Montemayor, Don
Cristóbal Cortesía, D. Alonso Enriquez,
é
Hernando de Al va–
rado,
é
Perálvarez Holguin, é Diego de Hoces, é Cristóbal
de Herbás,
é
otros caballeros de valor con la artillería esta–
ban. Y estando todos en órden supieron de los corredores que
los enemigos estaban ya cerca de ellos.
El silencio de los indios
é
de todos los que más babia era
grande; aguardaban á oir sus propias voces cuando viesen
caer
á
los valerosos españoles muertos por su locma, que
cierto si la gente que allí se juntó se ocupara en descubriré
conquistar, ya se hobiera dado vuelta á este nuevo mundo de
Indias,
y
en todas las partes de él la crnz fuera adorada
y
el