90
GUERRA
satisfacer;
é
primero perderé la vida, que dejar de ser res–
tituido en lo que me tiene ocupado».
É
diciendo esto, mandó llamar
á
los más prencipales de
su real que allí estaban, que eran el comendador Bobadilla
y
el bachiller García Diaz Arias, y el
1
licenciado Espinosa, é
Diego de Funmayor,
é
Felipe Gutierrez
é
Diego de Urbina,
el fator Illan Xuarez de Carabajal, el licenciado de la Gama
y
otros algunos, y allí platicaron sobre los negocios é las cosas
cuál mal encaminadas iban,
é
que si Almagro abajase hácia
ellos, que sería muy mayor el daño que se recrecería que no
lo que se había hecho;
é
á Jos más dellos les pareció que el
Gobernador debia de ir á la ciudad del Cuzco á verse con el
delantado , porque acordándose de la hermandad que te–
nian entre ellos, se adobarían las cosas
é
vendrían en toda paz
é
conformidad. El licenciado Espinosa
y
el bachiller García
Diaz fueron de contraria opinion que ellos, diciendo que no
sería cordura el Gobernador irse
á
meter en las manos de Al–
magro, sin consid erar los daños mayores que podrían re–
sultar, porque era claro que allí le ternian ó matarían,
é
harinn que hiciese su voluntad en lo que ellos querían; que
mucho mejor sería que el Gobernador se volviese
á
la ciudad
de Los Reyes y engrosase su ejército, pues halla ria gente
para ello, que no irse
á
meter en las manos de Diego de Al–
magro
é
Rodrigo Orgoñez.
É
platicado bien por ellos, les
pareció de seguir lo que
á
éstos les habia parecido, é así lo
determinó el Gobernador Pizarro de hacer, é habló
á
todos
los que estaban con él que les rogaba le quisiesen seguir é
ayudar contra aquellos que le querian quitar la gobernacion
que con tantos trabajos él babia ganado,
é
que si alguno no
fuese con toda voluntad con él, que él les daba licencia que.
se fuesen adonde quisiesen.
É
mirclndo que ya Almagro estaba
impuesto en la ambician de mandar
é
que los que con él tenía
no le aconsejarían cosa que fuese acertada ni provecho a , por
pensar que, habiendo paz, ellos no podrian haber la parte en la
tierra, que ternian si las guerras se encendiesen
é
Almagro
queda e con toda ella; é deseando todavía la conformidad,
ó