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GUBRRA

telo, Grabiel de Rojas , Hernan Ponce, Vasco de Guevara, so–

bre la venida de los mensajeros que de parte del Gobernador

habían venido, é que adónde les perecia que con ellos debía

de asentar que tovjese por términos su gobernacion hasta

que el obispo de Panamá viniese; é sobre ello altercaron, di–

ciendo, dellos que le dejase la ciudad de Lima, y otros que

bastaba desde Cbincha, y otros decían que desde Guarco

quedase en los términos de la gobernacion del mesmo Don

Diego de Almagro, é que desde allí más occidental fuese del

Gobernador D. Francisco Pizarro; y en esto se concordaron

todos. Otro dia, el Adelantado se fué á la posada del ca pitan

Hernan Ponce, acompañado de todos los capitanes é de otros

muchos caballeros, adonde tornaron á mover la plática, di–

ciendo que muy bien partidos estarían los términos desde el

cacique de Navarro, que cae en aquella provincia del Guarco,

que ya otras veces hemos referido. El Adelantado dijo á Her–

nan Ponce

á Pedro Barroso, que fuesen de su parte á la po·

sada de los licenciados Espinosa

de la Gama, é les dijesen

que·les rogaba que viniesen allí, adonde los quedaba aguar–

dando, para tratar en lo que con ellos había comunicado.

Como lo oyeron, fueron luégo á ver lo que les mandaba; lle–

gados delante su presencia, les dijo: «Demos ·órden en con–

venir lo qne estos dias hemos platicado, porque á todos estos

caballeros que conmigo están, les parece que como yo tenga

por términos hasta el cacique de Navarro, que podremos estar

en paz hasta que venga el obispo de Tierra Firme á nos partir

las gobernaciones ; por eso, pues traeis poder, usad dél de

manera que sea firme lo que sobre este caso entre vosotros é

mí se hiciere, é que el Gobernador no vaya contra ello».

Respondieron: «una cosa de tanta importancia como es esta,

puesto caso que nosotros del Gobernador Pizarro tengamos

poder bastante, pues en esta ciudad está el capitan Remando

Pizarro, su hermano, cosa justa será que le demos cuenta

parte destos negocios, é como á él le pareciere que se con–

viene hacer, nosotros lo habremos por bien». El Adelantado

les respondió , que él era contento que así se hiciese,

que