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DB LAS SALINAS.

95

Adelantado que cortase la cabeza

á

él é

á

Gonzalo Pizarro é

Alonso de Alvarado,

é

que no le engañasen palabras vanas ni

dichos de hombres que no entendian la guerra. Et Adelan–

tado, como toviese tanto crédito de Diego de Al varado, un

punto no salia de aquello que le aconsejaba,

é

bien se puede

creer que Diego de Alvarado fué parte muchas

vc~es

para le

dar la vida. El Adfdantado habia mandado hacer proceso con–

tra Hernando Pizarro, é le mandó poner en secresto, é de–

positó la hacienda que suya é de su hermano pudo ser ha–

bida, no obstante que se les robó muy gran cantidad;

é

un

día mandó llamar ante sí al licenciado Espinosa é

á

los otros,

é platicó con ellos qué les parecia de los negocios que habían

venido, por mandado det Gobernador,

á

tratar con él, porque

por su parte él deseaba tener toda concordia con el Gober–

nador D. Francisco Pizarro, pues siempre entre ellos hobo

compañía hermanable; ellos respondieron, que viese la órden

que se podria tener para que entre él

y

el Gobernador Don

Francisco Pizarro hobiese paz, basta que viniese el obispo de

Panamá

á

partirles los límites de las gobernaciones. El Ade–

lantado dijo, que él bien sabía su gobernacion extenderse

hasta la ciudad de Lima, pero que él lo pondría en tercería

de personas que definiesen el negocio, hasta que viniese el

obispo que decian

á

les partir las gobernaciones. Respondie–

ron, que ellos tenian poder del Gobernador bastan te para dar

corte en todo aquello, que mirase si queria que luégo se tra–

tase la conclusion dello; el Adelantado dijo, que quería co–

municarlo con sus capitanes é tomar su parécer; respondié–

ronle, que fuese como él mandase, teniendo atencion cuanto

es necesario la brevedad en un negocio tan importante como

era el que pasaba entre el Gobernador D. Francisco Pizarro

y

él, é que con .presteza requería remediarlo, por excusar los

daños que resultarian si venian en rompimiento. El Adelan–

tado les dijo, que ét trabajaría porque con brevedad fu esen

despacha<los. Aquella noche habló con Diego é Gomez de Al–

varado, Rodrigo Orgoñez, su general, con el tesorero Alonso

Riquelme, los capitanes Juan de Sayavedra, Cristóbal de So-