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68

PRI CIPE DE ESQUIL CHE.

el vireinato tuviese fuerzas propias para su

defensa.

Tampoco po ia continuar e rmado el go–

bierno colonial ante la cr iente turbulencia de

los vecinos e Poto i.

H

bia rinci

í

do

1

último

extremo el encono entre va on

0

ado y ca te–

llano ; la lucha

á

muerte er

n

di ·

ri· ; y la

elecciones de ale ldes habían princi

pi·

lo Svr

tan

irregulares y borra co as , que el ríncipe hubo

de anular la de

1 18

por su ilegalidad con–

firmar

1

an6m l s de

1621 '

fin

de . no re-

nova

1

x

lt

oi

n.

con que se

ha~

bian ve

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Entre

o o se ha ia hecho

muy

ao

e un

imb~-rb

, de

f

cciones

. agraci da ·, y pend nciero en ema ia. A .la

viv impre ionabilid

l lo nino reunia 1

valor de lo h ro ;

y

de ue de la a entura

m extr ordinaria , inuchas

<l

lla oco crei–

bles, aunque e encuentren r ferida ' u nom–

bre, vino

á

de cubr ir e, que era una mu

0

er

riada en un mona terio. Ll ama .' e o- a

talina Erau o había nacido en an el ian

de i ca a

e tando para rofesar e fugó

di frazad de ho bre e en re la monja , en

cuya companía había p ad lo '1 imo año

de u infancia. H biend

ni o al er e -