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MARQUE
DE MO TE 01
OS .
dias de la derrota vió entrar en las aguas del
·Callao al vencedor, la víspera de Santa María
l\1agdalena. El Virey dudaba, si hallaria cien
hombres dispuesto
á morir á su l ado. El Ar–
zobispo ordenó, que se expusiera el santísimo
sacramento en las principales iglesias. Rosa
e
Santa María, postrada en Santo Domingo al
pié del altar, oraba por su patria; y oyendo
decir , que los hereges habian entrado en la ciu–
dad, rasgó su largo ve tido
~e
beata y se pre–
paró
á
padecer el martirio haciendo un es_cudo de
u cuer
0
á
la ho tia
COlíl
a~r.
d . Entretanto
Spitberg, gu
a haoia 1netido u
buquecito
entre las na
m
re ntes
r ecibido algunos
cañonazo
ra, dej ' la bahía
al
t rcer día
de su a riba a , y bandonó
1
s co tas del P erú
de pues de haber aqueado lo puertos de Hu r–
mey y Paita.
Los corsarios estuvieron cerca de encontrar
e
con lo buques, que traian de Pana1na al su–
ce or del
l\1arqué~
de Montesclaros, cuya con–
t inuacion en el gobierno habian
olicitado en
vano lo v c1nos de Lima reconocidos
:
lo
be–
nefi ios de
u
dmini tra ion acti a
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da .