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al grito de libertad; pero el motin fué sofocado
en su orígen con. la
fi l
rte de
quel cabecilla '
quien delataron lo religiosos de la l\1erced, y on .
la persecucion de sus cómplices por los vecin
,
que dominaban en el opulento mineral. La
reyerta eran allí frecuentes, sin que e
rec~la
e
un trastorno, por las rivalid des entre los mi–
nero ·nacidos en diferente provincias, por el
desenfreno
y
choque de las p siones, que la ri–
queza mineral excitaba ,
y
por el carácter turbu–
lento
e muchos
o adore-s. Al 'Unos
lances
•
I
LL&.""->•J-'-"'"'·3/n: ,
ven1an a
animar
nn tt e
dlel Vireinato.
La exis en ia
e lo col-onos solia de lizarse
ea
el reposo y en la abundancia, como un sueño de
bienestar, entre las comodidades
domésticas,
las funciones de iglesia, los toros, los festines
campestres,
6
los baño d mar, sin inquietudes
políticas
y
sin gitaciones febriles por la fortuna.
Tan delicio o so ieo'
fu ' t ur ado en
1615
con
la entrad en el P
ífico de una escuadra h0lan–
desa
á
la 6rdene
el
Jorge
Sri
tberg,
1
qu e e
•
componía de
eis n vío , entre ello
uno de
1,400
tonel da
y
otro de
1,260.
Prolo11g 'ndo e
1
co ta del
ireinat por m
de
mil legua , compue
t
de de ierto
int 1ru1n-