6
MARQ E DE MO TE ,LARO .
tos ; mas algunos hacian ca o de conciencia la
~leccion
del que venia en primer lugar por con–
siderarle el mas digno. No obstante poseer su
cargo en propiedad podian ser removidos los cura
por concordia del Virey y del Diocesano.
D. Bartolome Lobo Guerrero, sucesor de Santo
Toribio, hizo e:p.
1613,
á
instancias del lVIarqué
(( una congregacion sinodal y en ella con titucio–
nes importantes
á
la buena doctrina y reformacion
de los curas; comunicáronse con el Virey, quien
alteró lo que podía ser en perjuicio del patronato;
'
y
aunque es a a mandadq, que lo sinodo no
se pub]ic n in ha er
· t en
onsejo de
Indias, pa cióle esta v
z,
e
l
nece idad no
sufría
esp~r
'
p@r1niii0 ]a vublicacion dando
cuenta a Rey.
»
El celo p toral de lo obi po encontr b
poderoso obstáculo en los frailes, que ocupaban
la mejor y mayor parte de las doctrinas, eran
provistos ó removidos segun el capricho de lo
provinciales y abu aban de, la exencione inhe–
rentes al hábito. Miéntra e acordaban remedio
radicales, ordenó el 1:onarca, que lo curato
confiados á los regulare fuesen provi tos en
regla, previa aprobacion del Dioce ano en un–
cen ia
conocimiento de la lengua indí na ,
y
que lo doctri nero queda en uj eto
á
la
i s1
a