PRINCIPE DE ESQUILACHE.
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rias personas.
«
Algunos han pensado, decia
á
su sucesor, que he favor ecido demasiado
á
los
soldados;
y
lo que puedo decir, es que hallé
este oficio tan de preciado
y
abatido en este reino,
que ha sido mvn ster, to o cuanto he procurado
alentarle para restituirle el crédito que el ocio
y
el di'sfa,Tor le habian quitado;
y
puedo asegurar
á
V. E. que no tiene S. lYI. mejor gente de inar
y
guerra en ninguna parte . ))
Si ántes habían podido descuidarse los apres–
tos bélicos por lo segura que parecia la con–
servacion de la p
z
;
er.dió e
tan
grata con–
fianza por
io
o el si
6
lo diez
y
siete, no solo
por los recel
u habia dejado la invasion de
Spitberg, sino princip lmente por la fácil via,
que en
1616
se abrió
á
la navegacion del Pa–
cifico con el descubrimiento del Cabo de Hor–
nos. Acércose
á
él por pri.mera vez
J
acobo Le
Maire, siguiendo el estrecho, que lleva su nom–
bre. Felipe III no t ardó en hacerlo reconocer
por los hermanos
odales. No quedando duda
alguna de que para invadir el Perú no había
necesidad de aventt1rarse en el 'peligroso es–
trecho de Magallane , creciendo de dia en dia
el poder naval de la Holanda,
y
estando la me–
tropolí en imposibilidad de contrarrestarlo en
las agu
::s
del Pacífico, era indispensable que
...