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00 DE DE LEMOS.
príncipe, los opulentos donativos, que podian
esperarse dejándole con vida, y las bien moti–
vadas· disculpas de .sus excesos. Destruyóse el
asiento y en su lugar fué fundada la villa de an
Cárlos de Puno. La opulenta mina, que había
ocasionado la muerte de su generoso dueno, se
perdió con la su pension de las labores . El pueblo
creía, que el cielo la habia aguado para castigar
la iniquidad de los jueces, quienes no logr ron
vindicar e , publicando una relacion del proceso.
Gaspar Salcedo , ménos desgraciado , que u
her1nano sufrió n Lima un 1 rga prision , y
no pudo btener de la orte cu plida j ustici .
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das del e h u to tesoro, que no e halló en
adelante en ituacioil de hacer r einte ro s . Los
perseguidore de la arruinada famili habian
p gado y el tributo comun ' l a muerte, cuando
por compen ion de agravio
e concedi ' al
heredero de Jo é alcedo el título de Marqué de
illarica.
El Conde de Lemos se n10 r t mbien sé ero
con lo gobernadores , que habian faltado rave–
men e al umplimiento de sus eberes . Entre
otro fué depue to el popu1a1,; corre idor de