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de ambos, postrado a vuestras aras pido
3550
perdón al fuego, lástima al gemido.
¿Pudimos prevenir de ese odio airado .
las raíces que la paz aun no ha arrancado ?
CLEOPATRA
No; pero no habéis d€bido
olvidar la indigna afrenta
3555
de que os libré, el vil estado
en que haya puesto os hubiera
Rodoguna sin mi eMuerzo.
Disimulé con atenta
previsión el justo encono,
.3560
porque creí que, suspensa
la corriente de vuestra ira, ·
inundase más violenta;
que no debió presumir ·
la más sagaz advertencia
. 3565
que
el
amor pudiese andar
tan al ladó de la ofensa,
que llegase indignamente
a estado de que se viera
un daño con atractivos,
3570
y éon glorias una afrenta.
'
_,
Mi poder, mi ira, mi amor'
manda, amenaza y empeña,
sin que. nada os persuada,
sin que nada el
p~cho
os mueva.
3575
La corona, ni mi agravio
·
la atención menor os cuestan,
porque de amor
el
torrente
carácter
Y ...
sangre anega.
Pues ¿cómo· querer podré,
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cuando ellos mismos me niegan,
hij.osque se han desnudado
de amor y naturaleza?
ANTÍOCO
Naturaleza
y
amor
tienen sus nobles esferas
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separadas, sin que impida
uno a otro sus influencias.
CLEOPATRA
No,_, no; donde reina amor,
ANTídco
precisa es que la otra ceda.
Ambos· igualmente -suaves
359C
en nuestros pechos imperan:
Y así moriremos ambos,_
si morir por vos es fuerza;
CLEOPATRA
pero . . .
Proseguid, ingrato
hijo infiel; nada os detenga.
3595
ANTÍOCO
También
morir~mos
ambos,
CLEOPATRA
si es fuerza morir por ella.
Morid, morid; que rebelde.-
merece vuestra dureza
más horror que compasión;
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