![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0327.jpg)
CLEOPATRA
ANTÍOCO
CLEOPATRA
ANTÍOCO
- 317 -
Juzgad a qué dolor, a qué tormento
3500
nos
arroja.elfatal rigor violento
de vuestros crueles órdenes. No dudo
que, cuando nuestro amor os hiere aun mudo
más-a vuestro odio ofenderá expresado.
Pero, en fin, más terrible está callado
3505
nuestro mal,
y
el silencio es en tal calma
oculta mina que arruina el alma.
Y, en fin, si así no os mue e declarado,
¿cómo hall.ará la lástima ignorado?
Esta es, en fin, a tan cruel martirio
351
O
el
único remedio. .
¿Qué delirio,
qué furor os posee, loco osado?
¿Os habéis olvidado
que habláis conmigo, o presumís, tirano,
que ya desde ahora sois mi soberano.
3515
Sólo, señora, intent:a mi obediencia
haceros conocer la alta violencia
de un amor poderoso
a quien vos misma hicisteis victorioso
pues porque hiciese nuestros corazones,
3520
le disteis a la mano los arpones.
¿Yo? ¿Yo había de encender ese insolente
amor?
Pues ¿ql:lé otra causa más urgente
tuvisteis para traernos? ¿Qué otros fines
nos hicieron volver a estos confines
3525
más que el de hacer al uno feliz dueño
del. trono
y
la Princesa? Aun más empeño
vuestro deseo en nuestro ardor apura,
pues el hacernos ver su alta hermosura,
en el triunfo que el amor ordena,
353
fué poner el cauti o en la cadena,
y
de sus rayos para más despojos
fué en poder de la luz poner los ojos.
Argüir de nuestro áfecto la impaciencia
es culpar el precepto a la obediencia.
353 5
Cuando, para encender nuestra fineza,
tanto poder no hubiera en su belleza:
la obligación, la paz la corona
(que anhelo no perdona)
hubieran, con acierto igual, tejida_
3540
cuna en que hubiera nuestro amor nacido.
Conque adorara con el mismo efecto
por ambición, obligación, o afecto,
cada uno de nosotros ha juzgado
dar humilde holocausto a uestro agrado.
3
5
5
Y nada en sus ardores ha temido
el ' erse de un hermano preferido.
Pero de este temor la fuerza dura
de nuestro amor, cediendo a la ternura