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co, aunque otros dizen, que fue toda parda,
y
quadrada,
y
en ella pusso sus armas, que eran
vnos fuegos blanco , y en medí.o dellas yua pues–
ta vna cruz
ffi
colorada con vnas letras grandes
que assi dezian:
Auzici sequamur crucem, si enim
fidem
fzabuerinms,
in lzoc signo vincemus;
gue
qui er en deci r:
Amicros,
S~t[amos
la cruz:
si
tuttie–
remo[s] f ee, con esta seí'ial venceremos.
ssi mismo
lleuó mas de quinientos
y
cinquw~Jdados
y
marineros, y fue por piloto mayor Francisco de
A laminos y Escalante,
y
lleuo muchas armas de
mantas de algodon, bien pespuntadas, y valtestas,
y
di ez
y
seis cauallos,
y
vnos t irillos de bronce
y
de hierro, para la presente jornada. Tambien lleuu
doscientos amigos de los naturales de Cuba, para
q ue
esta~do
en t ierra de Yucatan lleuasen la ropa
y fardaje suyo
y
de los soldados, y esto fue ·a 18
ele Nouiembre de
I
519 años. Cuando Diego Ve–
lasquez sintio la ida de Cortes fue muy grande el
pesar
y
enojo que rescibió, por lo qual dende a
ciertos dias embio tras el a los dos capitanes
Xe._oval de Olid
y
a
~o,
natural
de Badajoz,
y
a otros amigos suyos,
y
con ciertos
soldados, en dos nauios,' para que·lo
prendies~en
o matassen, que para ello les dio sus comissioneS.
con otros recaudos que conuenian,
y
con esto se
embarcaron
y
se fueron
y
lo
alcan~aron.
Como
Hernando Cortes lleuaua mucha gente y grá'n re–
putacion,
y
por ser los tres grandes amigos, no le
<!_uissieron prender, antes se fueron con el en bue-