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Luys de Figueroa, Alonso de Sancto Domingo y
Bernaldino de Man <;añedo (
I ),
grandes letrados, con
mas Ja· Real Audiyncia que alli residia como su–
prema señora. A todos los quales embio a pedir
licencia y fac'ultad para yr en seruicio de Dios
uestro Señor y del Rey de Castilla, a buscar tie–
rras nueuas, en la flota que estaua armada, con
muchos hombres -de bien, y
q~e
Sus Señorías
mandassen al Gouernador Diego.Velasquez no le
ympidiesse la jornada que pretendia hazer en ser–
uicio de Dios y del Rey de Castilla; la Real Au–
diencia y los tres
J
uezes se la concedieron y le
embiaron grandes poderes y comissiones en nom·
bre de los reyes Catholicos, para en todo lo qu e
fuesse nece.ssario de se hazer en las tierras qu e
descubriere. Auida esta licencia y facultad, se
partio del puerto, sin lo saber el Gouernador, que
fue a 18 de Otubre de
I
518 años, con once na–
uios muy buenos y bien aderes<;ados de todo Jo
ql!e auian menester para su proveimiento y para
la guerra si los yndios se Ja quisiessen dar. Los
capitanes que lleuo ·c'onsigo fueron onze, que el
mismo yua por general : Francisco de Montejo>
Diego de Ordas, Andres de Tapia, Alonso de Es ·
cobar, Juan de Salzedo el Romo, Francisco Davi–
la, Alonso de Leon, Alonso Hernandez Puerto
Carrero, Diego de Morla y Pedro de Escalante.
'
'
La vandera que lleuo íue de damasco azul
y
blan-
( 1)
Así. por Manzanedo.