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Uas. Finalmente, se sacan destas plantas pan, vino
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vinagre, miel, arrope, conserua, papel, mantas,
ca~
ñamo, estopa, ai;;ucar que llaman chiancaca, este–
.ras, hilos, cuerdas, maromas, agujas, clauos, leña,
tejas, cenii;;a, madera, tejas, atriaca, para curar he–
ridas y llagas viejas
y
las mordeduras de los ani–
males
y
sauandijas poni;;oñosas . Tiene el maguey
-otras muchas
y
diuersas virtudes
y
excelencias
que aquí no se dizen por euitar prolixidad
y
no
dar fastidio al lector, que cierto es cosa digna de
ser bien alabada y engrandescida,
y
podre dezir
con verdad
y
aun con libertad, que en toda España,
ni en·Ja Berberia, ni ep. todas las Indias del mar
Dcceano, que yo sepa, no ay tal planta semejante
a esta, que tan prouechosa sea a todos. Si desta
planta se uviera lleuado alguna della a España,
y
los labradores la sembraran y cultiuaran, como lo
hazen los mexicanos, cierto fuera de gran proue–
c;ho
y
utilidad para ellos, y fuera mejor que el ca–
ñamo, ni que el lino, porque supieran por alla cu–
,ralla mejor
y
con mas primor. Aun ay otra ma–
nera de maguey, que no son hortenses, sino sil–
uestres y campesinos, que hechan de si vnas ca–
ñahejas pardas que parescen que estan secas por
encima, y estan uerdes,
y
estas son para hazer
·<;;etos y cercados para los corrales,
y
cuando estan
muy secas, sacan los indios fuego dellas,
co~o
arriba queda dicho. Y las pencas antes que echen
las cañahejas son muy buenas para dar sudores a .
los resfriados hechandolas en el fuego a manera