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de yjada, con otras muchas y diuersas piedras, las
cuales yuan labradas con diuersas figuras de ani·
males y de aues. Assi mismo le embio ciertos yn–
dios para que baylasen a su modo y manera,
como lo' hazen en Mexico, al son de un atatnbor
que se tañe con la palma de las m'anos, vestidos
ellos en figuras de leones, tigres; aguilas, papaga·
yos
y
de otros animales y aues, que parescian ga–
lanamente vestidos con los pellejos de tales figu ·
ras ·y demonstraciones. Embio otros yndios que
jugauan con un palo rollizo a
maner~
de morillo,
de tres o cuatro varas en largo, trayendolo ro–
dando y bolteando muy depriesa con las plantas
de los pies, y ellos hechados de espaldas y los pies
e n alto, y otros baylando a la redonda del -yndio
que juega el palo. Con este juego passauan tiem–
po los reyes de Mexico, porque hazian tantas
cosas de momerías
y
dezian tales palabras y repre–
"$entaciones de figuras, a manera de los matachi–
nes, de que prouocauan risa a todos Jos circuns•
tantes, y a 1ontezuma hazia reyr aunque era muy
graue. Otros embio que jugauan a la pelota con
las nalgas, codos, ombros,
y
con las rodillas
y
plantas de los pies, y esta pelota an_da rastreando
por el suelo, y por lo -alto en los ayres, y .es tama-
,
ña como vna bola de jugar a los bolos, aunque
ay otras pelotas pequeñas, mayores que grandes
naranjas, que se hazen (a lo que dizen) de leche de
<::iertos arboles que hay en tierra caliente, que la
cuajan,
y
saltan mucho. Otros que jugauan con