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alabandole lo mucho que auia hecho en seruicio
de Dios y de su corona rea l, y que procediesse
adelante con Ja conquis ta. Luego el generalissimo,
vista Ja carta de Hernando Cortes, embio a costa
del Rey al muy reuerendo padre en Christo Fray
Martín de Buyl, natural de Valencia de Campos,
el qual se pusso en camino con onze frayles de
buena vida
y
sancta doctri na y grandes letrados
y buenos th eologos, los nombres de los quales son
los que se s'iguen: Fray Francisco Ximenez, fray
Luis_de Fuensalida, fray l\tlarti n de Jesus, fray Juan
de Sant Francisco , fray Juan d el Espiri tu
aneto ,
fray F rancisco de Sant Loren c.;o, fray Francisco de
Soto, fray Francisc de la Coruña
y
fray Juan de
Padilla, con otros dos benditos frayles, que por
todos ellos fuéron doze. Llegados Jos bienauentu–
rados frayles a la cibdad de Mexico fu eron de
Hernando Cortes y de todos los españoles muy
bien rescebidos , como a tales personas conue–
nia, y luego se les hizo aparte vna casa de ora–
~ion,
en donde habitassen (aunque pequeña), que
fue en la calle que llaman de Tacuba, y dende
.a
cierto ti empo se· passaron adonde agora es–
tan. Comen c;;aron luego los bienauenturados fray–
les a predicar a los yndios el sacrosanto euan–
geli o y a doctrinallos en nuestra sancta fee cha–
tholica, haziendo en eflos grandissimo fructo, con
muestra de muchos milagros, los quales hizie–
ron con especial gracia de Dios, y con el don
<le! espíritu sancto supieron en breues días la