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chas guisadós y en otras cosas a falta de a9ucar.
V endese esta miel en los tiangues o
m~rca·9os
y
en otras muchas partes, que se llena en cantaros
grandes de arroba y media de peso, y es muy
grande la contratacion que se tiene con ella, qu e
muchqs españoles ganan de comer con ella ven–
diendola a otros, que la compran de los yndios.
alla en sus pueblos. Deste melicrato o agua mi el,
hazen los yndios, o las yndias, vn vino que em–
borracha mucho, que llaman en su lenguaje pul–
que o ahuyno, porque le hechan vnas rayzes que
ellos y ellas cÓnoscen , q ue lo fortiffica mucho,
y
desta miel se haze vinagre muy fuerte y bueno
para comer. Y puestas las pencas al fuego a ca–
llentar,- sacan dellas vn zumo muy bueno, que con
el se han hecho muy buenas curas de arcabuzac;;os
y cuchilladas, como no aya huesso quebqtdo ni
desmenuc;;ado, sino en las carnes muertas. Assi
mismo, tostadas estas pencas al fuego y maxadas
entre dos piedras lisas y llanas, o en otra cual–
q uie
(sic)
parte,
y
puestas assi _calientes en las en–
cabestraduras de los cauallos y mulas, atandoJas
muy bien por que no se caygan, las sana en bre–
ues dias, sin otros medicamentos· que Jos albeyta–
res dan. En medi<::> desta planta salen -a las vezes,
quando no estan cauadas de los yndios , vnas ca ·
ñahejas de aitor de vna brac;;a
y
algo gordillas,
que los yndios las assan a las brasas del fuego, y
estando vn poco fri as chupan el zumo dellas, por–
que es dulce como caña de ac;;ucar. Estas cañahe- .