1
35
~quien
las dira por entero? porque cierto seria
1;ratar desto entrar en vn conffuso laberinto de
donde no podríamos salir tam presto. Pues como
·estos miserables hombres tuuiessen agua, leña
y fuego,. se holgaron mucho, y luego les ocu–
rrio a la memoria lo que Iuan Sanchez auia he–
cho; fueron, pues, en aquella canoa adonde se
13erdio el nauio, y vieron la maderac;;on y las
xarcias adonde la dexaron amarrada, y de tod_a
ella hizieron vna balsa muy fuerte y
la truxe–
ron a la ribera donde <;;uarc;;o estaua. El con–
tento de todos fue muy grande por los auer
Dios .traydp, y luego determinaron todos de ha–
.zer vna barca para yrse en ella a la Nueua Es–
paña a dar noticia de
la perdicion dellos, y
mientras se hazia fue muy grande la nescesidad
que tenian de comida, que fueron cinco hom–
.bres en la canoa por ella; yendo assí se leuan–
to tal borrasca con tal viento que se sorbio la
·Canoa y los que en ella yuan, no sin dolor de
los que quedauan, por faltarles la que fue sus
píes Y- manos. Como ya no tenían mucha sobra
<le aues y pesquería, dieronse priesa en hazer
la barca, que tuu<? perficion en pocos dias, que
.fue breada con pez vieja y con azeíte de pes–
cados,
y
con esto la metieron en la mar con
sus aparejos de remos y toletes. Lllego uvieron
su consejo para que se ponga en effecto la par–
tida,
y
fueron en ella luan de Arenas, Francis–
co Gomez
y
Vallester, porque eran personas díi-