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emba r co en vn na uio y se fu e a P a nama. T odas
las cosas que Gonc;alp P ic;:a rro hizo de ay adelant e
fu eron hechas con par ecer y consejo des te L icen–
ciado, y muchos capita nes1y valer osos hombres se
qui ssier on entr emeter en su priua nc;a y no lo pu–
dier on alca rn;:a r por la gran priua nc;a que es te
hombr e te ni a co n e l, eceptando, como eceptamos,
a los l icenciados Diego Vasquez de Cepeda y
A lonso de L eon, que tambien e ran sus muy g r a n–
des priuados y amig os . Como en a qu el tiempo
uvo tres cap itanes llama dos Car a ua jales, que ser –
u ian en tonces a l tira no, muchos tienen cr eydo , los
que no los conoc ie ron , que lo que el L icenciado
Car a ua ja l hizo en
~orta r
la cabe c;:a al \ irrey, y
lo que hizo D iego de Carauaj al el g a la n, natural
de Placencia,. como adelante dir emos , todo lo atr i–
buyen a Fra nc isco de Carnu aja l; en lo qual se en–
gañan , como se ve r a en esta obr a ade la nte. Yo no
niego que el Maes tro de campo Carauajal no fue–
sse cru el, s ino digo que e l fu e mas
(1) .
c ruel que
Ca li g ula y Jer on , que s e puede compar a r a otr os
muchos tir a nos que uvo muy c rueles en el mundo ,
y a ssi tengo escrip to vn libro particul a r , que es e l
ter cer o, en donde s e veran lar gamente s us hechos
y
dichos y sus crueldades;
y
dexado esto apa rte
diremos agora como Gonc;alo Pi c;:arro entro en la
cibda d de los R eyes con g ran triumpho, y del so–
lenne r ecibimiento qu e se le hizo en ell a.
(1)
Ms.
mas que.