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mas de doscientos nombres de a cauallo) arcabu–
zeros que estauan puestos en celada,
y
tomaron de
traues a toda la caualleria del tirano disparando
en ella sus arcabuzes sin ningunas bala . Y lueo·o
arremetieron los de a cauallo
y
di eron mue-has
bueltas y rebu elta. a la redonda de l tira no y de lo
suyos, río ce ando de tirar los arcab uzeros, por Yn
lado, que por otro; de lo qual el tirano se hol go
de los ver, en gran manera, y e l capitan dellos
era Don Antonio de Ribera. Ya que entraua por Ja
cibdad se apearon pres tamente mas de dosci en tos
arcabuzeros, los quales e tau:rn
ga lanamen~e
ves–
tidos, y dellos yuan armado de cotas
y
de <;ara-
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o·uell es e
~al0
y con celadas de med ia plata
y
de
azero y con los arcabuz es en la manos. Assimi mo
·se-apéaron los dos capitanes Juan Velez de Gue–
uara y Hernando Bachica o, los quales se pussieron
delante de Gon<;:alo Pi<;arro, destocadas las cabe–
<;as , aunque bien armadas las per sonas, y cada vno
de llos tomo de la rienda del ca uall o en que yua ca–
ua llero y muy galanamente armado, ll euandolo en
medio los reuerendissimos señores obispos Don
fray Geronimo de Loaysa, obispo de Lima, y Don
fray Juan Solano, obispo del Cuzco, que yuan a l
lado der echo entrar,nbos; y Doi:i Garcí a Arias R a–
mirez , electo obispo de Quito, y el obispo de Sanc–
ta Martha
y
Bogo~a
que auia venido a r ecebir la
consagracion, yuan al lado yzquierdo. Delante del
tirano yua Loren<;o de Aldana, qu e e r a s u th e–
ni ente de Gouerriador y Capitan general, con todo
el regimiento y cabildo de la cibdad y mu chos cib–
dadanos principales que auia con otra multitud de