460
Entrando Gon<;:alo Pi <;a rro poi- la cibdad, los
alcaldes y r egimiento y vezindad Jo ll euaron a la
ygless ia mayor, en donde oyo mi ssa , y de alli fu e
a la s casas de su herman a' e l Marques Don Fran –
c isco Pi<;a rro , que estan a vn lado d e la pla<;a,
en donde se apossento con mu cha musica de mi–
nistril es y trompetas y con gran salua de arcabu–
zes , y luego se asento a come r porque e r a ya muy
ta rde . Assentaronse a comer a su mesa doze ca–
pitanes de los mas principales y famosos que e l te–
nia, los qu a les fu eron Diego V asquez de Cepeda ,
Jua n de Acosta, Jua n V e lez de Gueua r a, Diego de
Mora, Jua n Alonso P a lomino, Ma rtin d e Robles,
Jua n de Saa u edra , Alonso de L eon, Hernando Ba–
chicao,
D~
Pedro Vergara
y D on Ba lthasar de Ca tilla. D espues de a ue r co–
mido pregunto a los r egidor es y a ciertos vezinos
qu e presentes se ha lla ron quando comio, como se
a uia n y lo auian hecho las jus ticias que el a ui a de–
:xado en aquella c ibdad; que se lo dixessen porque
ning uno estuui es e ag r a uiado dellas. Y por otra
parte hordeno otras muc has y diuersas
cos.aspa r a
en pro y vtilidad de l pueblo y de los naturales de
toda aquella tierra, y puso e n su cabe<;a e l pueblo
de Caxamalca, qu e fu e de Mekhior V erdugo, que
rentaua por al'ío ochenta mill duca dos de buen oro
y plata y ma hi z. A i imismo nombro por su lugar–
the ni e nt e a Diego de Mora, na tural de Cibda d Ro–
drigo, y le dio muchos y g randes poder es para qu e
hiz iesse todo aque ll o qu e fuesse menes te r a l serui–
cio de Su Magestad y en lo que conuiniesse a l s uy o,
y le enca1·go mucho qu e mirasse muy bi en por toda