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grandes quebradas
y
muy hondas . Oydo esto se
hol go dello en g ranmanera, porque Luuo cie rta la
victoria s i daua en sus enemigos aquella noche
aunque uviera mu chos estoruos del mal' ca mino,
por lo qual ma ndo que luego marchasse e l esqua–
dron de Ja ynfanteria con mu y ge ntil ordena nc;a
y
con g ran silencio, y despues e l esquadron de la ca–
u alleria, lleu ando por adalid y g uia al Adelanta–
do, y elVisor rey se fue con e l. Yendo todos des–
ta manera con gra n priessa
y
a mas anda r , pa–
ssa ron .muchas quebradas y arroyatos muy ma–
los
y
pas os muy angostos; y peli grosos, en don–
de se de tenían mucho a l passar, hasta qu e llega–
ron a l río
y
lo vadearon muy apa rtados de sus
contrario , aunque bie n mojados porque llouio
aquella noche . Y desta mane r a llega ron a vna le–
g ua de Ja cibdad muy cansados y mu ertos de frío,
y esto fue a la
ho.raque ya ama nescia, porque di e ·
ron vna bue lta y contorno mu y o'rande ha ta a lle–
gar a lli
e rca de la cibdad . Y como Yido que no
auia podido effectuar u gran de
co en dar de
noche sobre us enemi gos, le pesso en gr an ma–
nera, rna
en fin dete rmino de meter e en la cib·
dad reyendo estaría mejor en ella que en el cam–
po para ynformar e del y nlento de l tirano, de lo
hombre que u vie
en allí quedado. Ye11do de ta
manera con use quadrones, qu c a lli e ajuntaron
porque yuan muy de parramado , encontraron n
e l camino a un Juan Gonc;ales que a li a de la cib–
dad y e-y1-1a al campo de Gon<;a lo Pi<;arro, y e. te
1
ynformo largamente de como el tirano tenia
ma d
o hociento
hombre
en el campo, Jo -