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ñor, yo lo hare
y
pelea r e en la dela ntera como v . s.
me lo manda , o morire en e l ca mpo en se ruicio de
Su Mage.s tad como su Íeal vasallo,
y
no lo ha r e,
como dizen en el r eal, de v. s., que siemp1;e se pone
en el esquadron de la sanidad. A esto dixo e l buen
Visorrey : yo os prometo, señor Adelantado, que
vos me Yeays q.gora de tal s uerte- en los dela nte–
ros que la primera la rn;:a que se quiebre en los ene–
mi gos
sea.lamia ; y ass i lo cumpli o despues como
capitan a nimoso
y
esfon ;:a do. Estas pa labras d ixo
e l A de la nta do Sebasti a n de Benalca<;a r a ca usa
que en las peleas, o siquier ensayes que por el ca–
m ino se hazia n, quedau a siempre e l Visorr ey con
di ez o doze de a ca ua llo detras de l esqua dron de
la ynfant ei-i a mirando Jo qu e se ha zia, y assi tuu o
entendido que a ui a de se r lo mi smo a l ti empo de
da r la ba ta ll a; mas el se enga ño, como adelante se
cl ira. Auiendo passado estas r azones el V isorrey
entro en la c ibdad con las vande1-as tend idas y se
:tpodero luego della porque no uvo quien se la de–
fíe nd iesse porque estaua sin gente de g·uarni cion ,
y
se aposse nto en las C<lSas de Sancho de F ig ueroa,
y los cap itanes y so ldados en otras casas, que ha–
llaron hartas vac ias . L uego los soldados comenc;a–
ron a desmanda r sse ye ndo por las casas de los ve–
zinos que estauan con el tirano, e n donde hi zieron
muchos males
y
d<lño en las haz iend as
y
bienes
que tenia n, y esto se hizo sin la vo lun tad y consen–
t imien to del \ isorrey, que no lo supo hasta des –
pue de hecho. As imismo tomar on cassi la mayor
parre de la ropa y fardaje que los soldados de l ti–
r a no a uia n a lli dexado, por lo qual
y
por los males