220
te . Y assi no les di eron luga r ni tiempo a que los
vnos ni los o tros se d effendiess en; a unque e l Gene–
r a l V ela Nuñez lo q.\;li so hazer no pudo, a causa
que los soldados que traya no ossaron deffenderse,
s i no fu er a vn vizcay no llama do Urtuño de Galdes,
que peleo va li ente mente por deffende r a su capi–
ta n y a l cab o le m a ta ron de un arcabuzac;:o . Como
e r a n pocos los leale y muchos los e nemi g os, fu e –
ron presos V ela
uñez y los dos cap itanes, con
mas los soldados, y les quitaron el hijo del tirano
y les toma ron el oro y la pl a ta que lleuau a n, con
mas la ropa qu e te ni a n de su v es tir y de la otra
qu e lleua ua n , la qua! se r epartio entre ellos . El oro
y la plata se m a nd o g u a rdar muy bie n pa r a ocu–
rrir a las n eces ida des que se offresciessen, y P e dro
Alonso d e Hinojosa hab lo a los do s capitanes y
á
los sold a dos con buen sembl a nte, pa r a qu e t odos
se fue ssen con e l, prometi endol es de comer en la
t ierra,
y
ellos lo hizieron a
i. Concluydas con es–
t as cosas e n ti erra , Hinoj o a se torno a l pue rto
- con los suyos, los quales yu a n muy gozo os por e l
bue n suceso qu e a uian_ten ido , lo uno por a ue r
prendido a Ve la Nuñez, y lo otro por a ue r li br a do
a l hij o del tirano, como si fu er a otra cosa mejor,
que tuuie r on cr eydo que por e l alcanc;:a ri a n mu–
chas mer cedes de su p ad r e . D e a lli e emba r caron
todos, y toma dos los na uios agenos que es ta ua n en
e l puerto se fue ron por su m a r a de lante, lle ua ndo
a ·vela Nuñez y a los dos capita nes y soldados muy
bien tr a tados, y en e l camino topa r on con Rodrigo
de Carauajal , el qua ! no atreui endose [a] es ta r en
las yslas se pa rtio de a lli en bu sca de s u Ge nera l.