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dos y llego a l pu e blo de Co llique, e n donde fu e
muy bien r e cebido de todos sus a mi o·os, y l uego
se pusso por la obra lo que se a uia de haze r en
aque lla present e j orna da . Pla ticadas entre e ll os
u cosas se fu er on todos tres ha zi a
1
camin o por
donde Gon c;al o Dí as de P e r eyr a v eni a, y s us so l–
dados, y di eron sobre ellos una noc he e curn , qu e
facilm ent e los de ba r a ta r on a causa de es ta r dor–
mi endo
y
descuyd ados, por que no upieron e n pa r –
te ni e n a rte, des ta gente, ni uv o qui en los aui sa se .
Los tres ca pitanes, vsa ndo de us officios tir á ni cos
ahorcaron aLca pita n Gonc;:alo D ias de P e r ey ra
y
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-
a otros dos de los mas principales que v eni a n con
el, de ma nera que estos tres caua lleros muri eron
por seruir a Su Mages tad , no que ri endo ser pa1:ti–
cipantes e n los negoc ios tan feos como tra ta ua n,
aunque par a e llo fue ron rogados . D es bara tados
estos soldados los r eduxeron a l se rui c io del tirano ,
a los unos de temor , y a los otros con la r g os pro–
metimientos en nombre de Gon c;alo Pi c;arro ; y los
bracamoreños v iendosse s in capita n se di eron , a
su pesar, y con es to los tr es pic;:a rris tas yntent a ron
luego de y r en busca de l Visorrey, ca es ta uan uffa –
nos de auer alcanc;ado es ta vitoria. Mas en fin, se
les torno e l sue ño
d ~l p~~?·
que como les e ra ve–
dado el dar la batalla al Visorrey, no "fu eron en
busca del
(1),
por no dar enojo al tirano, ant es co–
menc;aron de correi: la ti erra a vna vanda y a otra
sin reze lo alguno, apregonando la fama y buena
ventura de Pic;arro, haziendo gran llamami ento de
(l) Tachado :
Viso rrey.