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reyno del Peri:t,
a dos fines: lo vno, porque fueron ,
contra Su
~agest~d,
que no deuieran; y lo otro,
porque fue entre cibdadanos y vezinos, como se
v.era en la prosecucion y leyenda desta obra. Todo
esto causó el propio ynteres que cada vno preten–
dia,
·y
assi auia differentes apellidos y vandos, co–
mo lo hizieron antiguamente en Ita.lia las dos par–
cialida[de]s de gueluos y gibellinos, que fue vna
diabolica ynuencion tramada por el demonio por–
que los hombres se matassen de vna vez muchos
y no pocos. Bien assi se hizo en esta tierra, que
vnos se llaníauan y apellidauan almagristas ó chi–
leses,
y
los otros pi<;arristas o pachacamos; los
quales todos. anduuieron enmaxcarados y hechos
personajes de farsantes, de do precedio causarse
una tragicomedia y elegia de diuersas calamida–
des y malas muertes, porque donde no hay Dios,
Rey, le_y, paz, ni justicia, aura vna confussion ba–
bilonica y vna continua guerra y mortal pestilen–
cia; y por estas cosas y otras tales [no] es possible
que turen ·ni
per~anezcan
en bien las republicas.
Por ende, doy . muchas gracias
á
Dios nuestro
Señor de la muy buena y dichosa venida de Vues–
tra Excelern;iá a estas partes, en ver su manse–
dumbre y buena cordura,
y
sobre todo la pruden·
cia y sagacidad que tiene, con las quales virtudes
goúierna y ampara con justicia
y
rectitud estas
tierras y estados de
la
moderna España. Teniendo
yo noticia de la l¡:t ynclita
y
heroyca fama de Vues–
tra Excelenc;:ia,
y
auiendo tanta noticia della .en
todó este nuestro emisperio,
y
en otras partes,
con los meritas y buenas calidades de Vuestra