40b
go en mi muy creydo) que este hontbre nos ha de
v ender a todos al niismo Visorrey.
Destas pala–
bras se sintio mucho el Oydor Juah Aluarez, y
buelto a <;arate le dixo con yrn:
¿sí? vos con vues–
tras ypocresias nos aueis vendido) y aun nos ven–
d ereís al Vísorrey) que yo no/ que parafirniar el
otro día vna prouissío-n os atemori(:astes luego
conio si allí estuuíera el coco para tragaros
(1))
y
tq-dos v,ueslros dichos
y
hechos han sido de poco
fructo y todo nonada) y assi en todo os aueis
mostrado por nonada.
A esto replico <;arate di–
ziendo:
Si) ¡juro a Dios! que vos por mostraros
en algo nos aueis de vender al Vísorrey) porque
os c.onosco en todas
v-ite~tras
obras, que soys
hombre doblado,
y
por vos nos ha de
~enir
gran
mal y daño)y aun en toda la tierra a de cundir)
y si vos quedardes el Señor Cepeda lo ha de lle–
uar) que tiene niejor dispossicion que nosotros,
porque el dara a Su Magestad muy buena cuenta.
Juan Aluarez comern;o de brauear contra <;arate,
diziendole palabras muy rezias, de tal manera que
la o · -_
~~
yua encendiendo y tuuose creydo que
los unos Oydores se aúian alli de reboluer contra
los
otro~
y llegar a las manos; mas los officiales
de Su Magestad y los
ca_pita~e_§_§_e_J!le~n
de
por
m~dio
y lo apacigua1-on todo. La conclusion de
todo esto fue que Juan Aluarez quedo de yr a Es–
paña con todos los recaudos que estauan hechos
y
las cartas que se auian escripto al rey y a los se–
ñores del Real Consejo, y se lleuasse preso al Vi-
(I)
Tachado:
lueg-o.