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el Visorrey yua cada dia empeorando en
~ondis
cion, amena ando a todos los cibdadanos con la
muerte porque
n~nplian
ni guardauan tañ en–
teramente las hordenarn;as que el Visorrey auía
traydo, determino de poner remedio en ello como
el dezia. Y para hazer lo que queria embio a lla–
mar a los tres Oydores, suplicandoles se viniessen
a su posad'a
ci
platicar ciertas cosas que auian de
hazer, que eran muy cumplideras al seruicio de
1
Dios y al de Su lVlagestad. El licenciado Pedro
Ortiz Je \:arate por estar enfermo en la cama no
vino, y los dos vinieron aunque secretamente y
de noche, y luego el Oydor c;epeda trato con ellos
largamente de las cosas del Visorrey,
í
de lo que
auia hecho en la tierra yn auer muerto al Factor
de Su Magestad, y de otros muchos y grandes
agrauios que ania a los cibdadanos hecho. Y que
ellos mirassen muy bien de como se podrían -librar
del porque no los embarcasse a ellos y a los cibda–
danos y soldados, porque si lo ta l se hazia, como
ya se yntentaua hazer, quedaria totalmente la cib–
dad p erdida, destruyda y asolada con grandissimo
· daño que a las mugeres de los vezinos se hazia, y
que esto era mas fuen;a que seruicio de Su Ma–
gestad, como el Visorrey dezia
y
coloraua. Allen–
de des to, que viendo el las cosas que yuan de mal
en peor, las quería remediar con el fabor y ayuda
de sus mercedes, y que para esto los auia embiado
a suplicar se viniessen hasta su posada para tomar
con ellos algun consejo que bu eno fuesse
y
de lo
que hariau para librarse del Vi so rrey y para que
se pusiesse remedio en la gran perdicion que se