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dore del Rey, el qual los r ecebio con mucho amor
~
y buena voluntad. Y estando 'na le ua de la cib-
dad ali o el licenciado
r
poual Vaca de Ca tro
á
lo
re cebir, con al ·uno de . us afficionado
y
pany-
guado ,
y
mparejando con el hizo demon tracion
de querer e apear del cauallo. El irrey no lo con-
sintio hazer ant como e taua
á
cau llo eh bla-
ron, mo trando el irrey hol ·ar e auello vi to, y
a i pa aron entre ello palabra muy corte ·e
y
de ·ran comedimi nto, y hecho to h bló lu ·o a
todos aquellos que auian ydo con el , y ello le die-
ron la bienvenida de u eñoria. Lu ·o lle
·ó
a lli
1 reue r endi imo obispo d la cibdad, Don Fray
Geronimo de Loay a, con mucho cleri ·os
y
al
1
=;u–
nos cauallero ,
á
lo r escebir,
y
entrambos le hizie–
ron acatamiento,
y
no se dexaron apear, ante · con
bran presteza, quitados los sombr ro , e a lle ·a–
ron tan juntos que se abra aron cordialmente,
y
de alli se torna ron a la cibdad. Lleg.ado que fue 1
río , ya que estaua junto a la cibdad, el obi po elec–
to de la cibdad de Quito Don Garcia Ramirez
rias, qu e era cleri ·o, ·que yuan con el, le alieron
al encuentro juntamente todo el cabildo y r egi–
miento,
y
muchos vezinos bien va l ..rosos lo resci-
bieron con demon tracion de , ran contenlo
y
ále-
·ria, lleuando muchos d llos los animos empon<;o–
nados y melanc.olicos. Ya que el Virrey quería en–
trar por la cibdad, el factor Guill en Juarez de Ca–
rauajal se puso ante el, estando presentes el obispo
y el electo y Vaca de Castro, con todo el regimien–
to y otros muchos caualleros y vezinos de diuersos
lu ares de la tierra,
y
le tomó juramento en nom-