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ron luego publicadas por toda Ja cibdad, de mane–
ra que no fue enester de que vno se altera e
para que todos e alborotas en,
y
assi muchos de–
llos comenc;aron de jurar con fuda y in ninguna
dis re ion de
n~
dexar ni con entir que :Bfasco Nu–
ñ·
z
V
la hizi sse cosa alguna que fuess e en despro
y
dano de los cibdadanos. Y qne si por ventura se
ponia
ó
ynten_taua hazello, que pornia.n sus perso–
na , vida y hCt¡ziendas en se lo deffender,
ó
que lo -
cmbiarian preso y
á
buen
rec~udo
á
E paña con
us leyes, y
tomaria~1
á
otro por Gouernadot· en
nombre de Su Mao-estad, hasta en tanto que él
manda.
otra cosa. No faltaron seruidores de Su
l\Ia
-estad que dieron Noticia.y auiso destas plati-
as al Virrey, de que le pesó en gran manera,. no
por lo que dezian del, sino que tuuo entendido que
no auria lugar de · que se cumpliessen
:r;ii
guar–
da s n las nueuas hordenanc;as. Y para desuiar con
maña esta negociacion tan pernicio
-a
y tan mala
que contra el se tramaua, embio adelante a Diego
de guero, que se auia buelto
á
él, para que ha–
bla e
á
los regidores y
á
todo el pueblo y les apla–
ca e la yra y enojo y furia qu@ contra el tenián.
Y p ra sto le aduirtio que si alguna nouedad se
yntenta s que mirasse no fue se contra el, ni fir–
ma e cosa que fuesse contra el seruicio de Su Ma–
~·;e
tad, ni par
re
toma r juramento sobre la sus–
pen ion de la hordenan
·1 •
Aurase de aber que
l irrey estaua aufsado de todo lo que en el ca–
bildo se auia tratado, y de los requirimiento y
prote tacione que t enian hecho para el, por lo
qual taua muy de abrido y mel ancolico, y por