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HI, TOHIA

El

rey :

Caballero, yo de eo... Lo que tengo d decir

relalivo

á

lo que egun creo va

á

pronunciar el tribunal ·

y

no e deb . ir pre ipila–

do en una sentencia.

Bradshaw:

e os escuchará, señor, ante de dar la entencia. Hasta

ntonces, debeis absteneros de hablar.

segurado de e

La

suerte, aparecieron algo serenas las faccione

el

1

rey ; se sentó; Brad ha' vol ió

á

tomar la palabra.

<<Señores, dijo e bien sabido de todo que el pre o de la barra ha

omparecido mucha vece ante el tribunal para re ponder

á

una acusa–

ion de traicion otros grande cielito pre enlacia ontra l n nombr

del pueblo de Inglaterra.

»

Ji siquiera la mitad del pueblo, gritó la mi ma oz que había r o–

nado cuando e pronunció el nombre de Fairfax : dónde e tá 1pu blo?

dónde su consentimiento? Oli erío Ctom' ell e un traidor.

i>

La a amblea toda tembló ; toda la mirada e dirigieron há ia la

galeria : <<¡Fuera p... gritó xtell; oldado , fuego á ella 1

i>

Entone

e vió que la que había gritado era lady Fairfax.

na turbacion general e talló; lo soldado e parcido por toda par–

.tes y amenazando tenían mucho trabajo en contenerla; un poco re table–

ido en fin el órden, Brad haw hizo pre ente la obstina ion con que re–

hu ó el rey re pender

á

la acusacion, la notoriedad de lo

rlm ne qu

le eran imputado ,

y

declaró que se había acordado en la eotencia escu–

bar la defen a del pre o, i desi tia de no querer re onoc r u juri -

diccion.

«Pido, dijo el rey, er oído en la cámara de lo lor y diputado ,

sobre una proposicion, que importa mucho ma á la paz del reino

á

la

libertad

de"

mi

úbdito que á mi propia on ervacion.

i>

na

'~va

agita ion undió ntre lo pre ente ; amigos ó enemigo

todo procuraban adi inar

á

que fin pedía e la conferencia 1rey on la

dos cámara , y que era lo que quería propon r : ir ulaban di tintos J'u–

more ; la ma or parte reían que quería abdicar su corona en favor d

u hijo . Pero de todos modos ra umo el embarazo; el partido,

á

pe ar

de u triunfo, no e entia con medio de perder ti mpo, ni con ánimo d

correr nue o peligro ; aun entre lo mi mo juece se dejaba nlr ver

alguna duda.

Para eludir el peligro o tuvo Brad ha\ que la demanda del rey olo

era un efugio,

á

fin de recusar de hecho la juri diccion d la audi n ia ;

una larga

ulil di cusion se mo

entre ello por e

t

molivo. árlo.