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DE LA REVOL CIO DE 1 'GL TEIH\A.
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in i tia iempre con ma calor para er oido, pero cada vez lo oldatlo.
moviao ma ruido
á
sualrededor iojuriándole abiertamente : lo unos fu–
maban tabaco y le echaban el humo; otros murmuraban en término
gro.ero de la lentitud del proceso; Axtel se reía mofaba de todo. En
vano e dirigió
á
ello el rey,
y
ya con gesto . a con palabra , probó de
obtener alguno instantes de silencio
y
atencion : e le re pondia con lo
gritos de : ((Justicia l ejecucion ln Turbado en fin, casi fuera de sí : ((E -
uohadme l escuchadmel>> gritó con apasionado acento : olvieron á em-
1ezar lo mi mos gritos; ine perado movimiento emanifestó en la gra–
das del tribunal. Uno de los miembros, el coronel Downs, se agitaba en
u asiento; en vano sus dos ecino , Cawley
y
el coronel Wanton se es–
forzaban en cont nerle : (( Tenemos pue corazon de piedra? dacia , o–
rno hombre ?
1~-
os perdei
y
vos mi mo con no otro , le dijo Caw–
le .- o importa, replicó Downs; aunque deba o morir es preci o que
lo haga.>>
Ae ta palabra romwell que ocupaba: otro a iento mas alto, le dijo
bru camente : ((Coronel, e tai en vuestro juicio? En qué pen ·ai ? o
podei permanecer tranquilo?- Jo, replicó Downs, yo no puedo perrna–
ne r tranquilo ,n y se levantó al in tanta.
<l
Iilord, dijo al pre idente,.
mi conciencia no e tá harto ofu cada para rebu ar lo que pide el preso ;
pid que el tribunal e retire para deliberar.-
'Y
a que uno de los miem–
bro lo de ea, re pondió con gravedad Brad ha
w,
debe retirarse el tri–
bunal;» pa aron todo al in tanta
á
una sala vecina.
pena hubieron entrado, Cromwell acu ó bru camente al coronel
pidiéndole cuenta del de órden embarazo que había cau ado. Do\ ns se
defendió con turbacion, alegandc, que quizá la propo icione del rey se–
rian ali ractorias; que todo Jo que se babia bu cado ybuscaba aun eran
ólida garantla ; que no era menester rehu ar in conocimiento la que
el re quería ofrecer ; que con él e debian
á
lo menos eguir la ma
n illa r glas .d 1derecho comun. romwell le e cuchaba con brutal
impacien ia y e agitaba alrededor de él, interrumpiéndole ya
á·
pro–
pó ·ito.
<l
Vednos a in tru.ido , dijo, de las grande razones del coronar,.
para echarlo todo
á
perder de esta suerte ; él no abe lo que e ha de–
ha er con 1mas inflexible mortal que ha a exi tido · ¿con iene que el
tribunal e d
~e
di traer entretener por Ja voluntad de un olo hombre?
"lu
bien vemo el fin de lodo e lo; él querrá alvar
á
u antiguo dueño·
acabemo vol amo
á
entrar , hairamo nue tro deber. n En vano el