Table of Contents Table of Contents
Previous Page  91 / 556 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 91 / 556 Next Page
Page Background

Prólogo.

LXXXIII

solvieron quedarse en Cali á descansar

y

probar otra

vez su fortuna en las conquistas de aquelJa tierra. Ni

amenazas, ni halagos, ni promesas bastaron á mudarlos

de su ·firme propósito; las primeras eran ineficaces en

un país donde no mandab.a

el

que las hacia; halagos...

eran más positivos los de sus nuevos camaradas; pro–

mesas... no igualaban á las que les hicieron. al partir

de U rabá,

y

al cabo de la jornada, echadas cuentas,

venian á tocar á cada uno sobre cinco ó seis pesos de

ganancias. Por otra parte, cuando Vadillo quiso vol–

ver pasos atrás

y

conducir su gente á Buriticá, para

poblar allí

y

dedicarse al beneficio de las gruesas mi–

nas que en el viaje habian dese ubierto, Lorenzo de

Aldana, que se hallaba en Cali por teniente de gober–

nador de don Francisco Pizarro, se opuso á ello ter-

, minantemente, alegando que Buriticá

y

todas las

demás provincias descubiertas entraban en la juris–

diccion de Popayan. De manera que el desairado

y

des-

,

'

amparado caudillo no tuvo otro

re~edio

que abando-

- nar

á

Cali

y

emprender una triste aunque honrosa

retirada;

y

en compañía de Alonso de Saavedra el

tesorero

y

de Juan de Villoría

y

de otros pocos leales,

-el padre Frias

y

los demás sacerdotes se quedaron,–

sa'lió por tierra de Quito con gran trabajo, riesgo

y

hambres al puerto de San Miguel de Piura el

2

5

de

junio cle

1

53

9; aquí se embarcó para Panamá, donde